Actividad antiviral
Los virus son microorganismos que se replican en el interior de las células, infectando a una amplia variedad de poblaciones celulares mediante receptores normales de las propias células para penetrar en ellas. Al hacerlo, pueden provocar lesión hística (daño de tejidos) y enfermedad mediante varios mecanismos. Las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas frente a los virus tienen como objetivo bloquear la infección y eliminar las células infectadas.
Se ha evaluado el papel de acemanana en el tratamiento de algunos casos como el virus de inmunodeficiencia felina (VIF) y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). El mecanismo por el cual acemanana elimina estos virus consiste en el aumento de la producción de proteínas que estimulan el crecimiento de ciertas células de la sangre en el sistema inmune (inmuneinterferón-α, IL-1), así como de las células T citotóxicas o natural killer (es decir, destruyen células infectadas por virus). Otra forma es la modificación en la glicosilación de los virus inhibiendo su replicación y su capacidad de infectar (infectividad).
Actividad antifúngica
El potencial de la acemanana para favorecer la fagocitosis de hongos por macrófagos se ha estudiado contra levaduras como la Candida albicans, el patógeno oportunista de mayor importancia por su presencia en personas con sida. Se ha determinado que los macrófagos fagocitan en mayor proporción a este hongo al estar presente la acemanana, lo cual indica que ésta actúa como adyuvante, ya que potencia la actividad de los macrófagos, produciendo sustancias citotóxicas que ayudan en la eliminación de las levaduras.
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Acción adyuvante
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