Más preguntas…
Como suele suceder con un descubrimiento, las preguntas
apenas se inician con él. En el caso de la
termoelectricidad, con el tiempo algunas fueron:
¿existe un fenómeno inverso?, ¿hay
fenómenos electrotérmicos?, ¿qué
es electrotermicidad?
En 1834, el investigador francés Jean Charles
Athanase Peltier (1785-1845) descubrió la
respuesta a la primera pregunta. Sí existe
el fenómeno inverso al de Seebek y consiste
en lo siguiente: cuando la corriente pasa a través
de un circuito con dos metales diferentes, en la
juntura se puede emitir o absorber calor, según
sea la dirección de la corriente.
En un principio, la interpretación de esta
manifestación no concordaba con las leyes
de disipación de la energía calorífica
para el momento en que una corriente cruza por un
conductor de resistencia finita, como lo establece
el efecto Joule. Pero en 1838, el físico
ruso Heinrich Lenz (1804-1865) pudo aclarar la situación
al colocar una gota de agua en la juntura o contacto
entre dos metales diferentes, y observar cómo
durante el paso de la corriente en una dirección
específica la gota se congelaba, mientras
que al invertir la polaridad empezaba a evaporarse.
Ahora sabemos que la electrotermicidad es sólo
la conversión de corriente eléctrica
en calor.
Años más tarde, el matemático
y físico británico William
Thompson (1824-1907), futuro Lord Kelvin, hizo
una serie de investigaciones acerca de los fenómenos
de Seebek y Peltier, en las que observó una
gran relación termodinámica3,
y describió la aparición de un flujo
de calor cuando se pasaba corriente por un material,
siempre y cuando existiera una diferencia de temperatura.
A esta nueva manifestación se llamó
efecto Thompson.