Antes de que alguien se sienta aludido, debemos aclarar que nos referimos a organismos microscópicos y macroscópicos que incluyen virus, bacterias, protistas y gusanos, que pueden afectar la salud de las mujeres embarazadas y de sus hijos. Las mujeres embarazadas son susceptibles a contraer infecciones debido a que se encuentran inmunosuprimidas, es decir, su sistema inmunológico se encuentra disminuido con la finalidad de no rechazar al embrión en formación, o bien, si ya estaban infectadas con algún organismo patógeno, esos organismos se pueden activar y causar daño, a la madre e, incluso, al embrión o feto. De esta forma, adquieren una infección congénita, es decir, al momento del nacimiento, el bebé ya está infectado.
La transmisión de patógenos puede ocurrir en tres momentos:
*Prenatal: antes del parto, por transmisión uterina ya que, los patógenos atraviesan la placenta.
*Perinatal: ocurre durante el parto.
*Postnatal: sucede por medio de la leche materna.
Algunos patógenos que intervienen en estas infecciones se muestran en el cuadro 1.
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