Resveratrol
¿Un sólo compuesto para curar diversas enfermedades?


Resveratrol
¿Un sólo compuesto para curar diversas enfermedades?
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El resveratrol es un compuesto químico que se produce de manera natural en algunas plantas, como uvas rojas, moras, arándanos, cacahuates y en algunos vegetales no comestibles; el cual fue purificado en 1940 y, con el fin de conocer sus propiedades o efectos, se ha experimentado en células humanas que se han mantenido en cultivo en algunos laboratorios (lo que llamamos ensayos in vitro); aunque también ha sido probado en animales de experimentación y seres humanos, que lo han recibido como suplemento alimenticio.

Al resveratrol se atribuye diversas propiedades benéficas para la salud, como ser antioxidante, antiinflamatorio y antitumoral (figura 1), entre otras funciones que serán descritas más adelante. No obstante, y a pesar de ser considerado como compuesto prodigioso —con potencial para curar varias enfermedades y catalogado por la industria cosmética como el elíxir de la juventud—, lo cierto es que sus propiedades curativas no han sido demostradas por la medicina ni por alguna otra ciencia; incluso, aún se desconoce cómo actúa en el organismo.
     En este texto resumimos los resultados de los estudios relacionados con el uso del resveratrol, así como su posible mecanismo de acción y las limitaciones en su consumo, para averiguar si realmente es un compuesto potencialmente capaz de curar alguna enfermedad.

En estudios realizados en animales de laboratorio a los que se administró resveratrol en su dieta, durante semanas o meses, se encontró que este compuesto disminuye la presión sanguínea alta (hipertensión); además, actúa como anticoagulante, evitando que un tipo de células de la sangre, llamadas plaquetas, se agreguen entre sí, impidiendo la formación de coágulos que podrían causar un infarto; además, el resveratrol disminuye la arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias). Todo lo cual se logra porque este compuesto activa, directa o indirectamente, tanto proteínas como enzimas que regulan la circulación, así como el volumen de los vasos sanguíneos, tales como el tromboxano A2, la fosfilopasa C, la sintasa y la ciclooxigenasa-2, entre otros compuestos.
     El resveratrol también tiene efecto antiinflamatorio, porque inhibe la función de las principales moléculas involucradas en los procesos de inflamación en el organismo, tales como el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), interleucinas 1 y 6 (IL-1 e IL-6), la enzima óxido nítrico sintasa inducible (iNOS) y la proteína quimiotáctica de monocitos (MCP-1).
     No obstante, el efecto de la suplementación con resveratrol en seres humanos es contradictorio, pues algunos investigadores reportan que no hay efecto, mientras otros encontraron que mejora el funcionamiento del tejido cardiaco y disminuye la inflamación.

En estudios de laboratorio realizados en animales a los que se ha inducido la formación de tumores, el resveratrol disminuye la multiplicación de las células tumorales e, incluso, induce su muerte por un mecanismo llamado apoptosis (suicidio celular), ya que actúa sobre algunas proteínas que participan en este proceso, tales como las caspasas, Bcl-2, XIAP y survivina. Además, previene la formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan el tumor (proceso llamado angiogénesis) y la diseminación de células tumorales a otras partes del cuerpo (proceso llamado metástasis).
     En células en cultivo, si el resveratrol se usa combinado con algunos medicamentos empleados para tratar el cáncer, como: Cisplatino, Doxorrubicina, Citarabina o Taxol, se potencia el efecto tóxico de éstos, favoreciendo la eliminación del tumor más rápidamente.

En estudios in vitro con células de cerebro o con animales de experimentación, se ha encontrado que el resveratrol protege las neuronas del daño provocado por agentes tóxicos; además, es antioxidante, porque previene la formación de radicales libres (moléculas químicas muy reactivas que son producidas cuando las células reaccionan con el oxígeno). También es antiapoptótico —porque previene la muerte de las células nerviosas—, y antiinflamatorio, porque evita la producción de las interleucinas 1 y 6, mencionadas anteriormente.
     El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por la acumulación de una proteína llamada b-amiloide entre las neuronas; la cual adopta cierta estructura que la vuelve tóxica para éstas. En ratones a los cuales se induce experimentalmente esta enfermedad, el resveratrol favorece la supervivencia de las neuronas, disminuyendo la acumulación de dicha proteína.
     Un estudio reportó que en adultos mayores, consumidores de 1 a 3 vasos de vino por día, se reduce hasta en 50% el riesgo de desarrollar demencia o Alzhei-mer. Si este compuesto se administra como suplemento durante 26 semanas en adultos de 50 a 75 años, mejora la memoria, evaluada por la capacidad para recordar palabras, en comparación con las personas que no lo recibieron.

En animales de laboratorio a los cuales se induce diabetes u obesidad de manera experimental, se observó que, al ser alimentados con resveratrol, disminuyó la glucosa en sangre y la acumulación de grasa en el hígado, en comparación con animales que no lo recibieron. Además, este compuesto favorece la regeneración de las células llamadas beta del páncreas, al parecer, debido a su acción antioxidante y antiinflamatoria. Los estudios en seres humanos refieren que el resveratrol ayuda a disminuir la glucosa en sangre, pero aún falta evidencia científica para afirmar que ayuda a controlar diabetes y obesidad.

Ejemplos de resveratrol en cosméticos y suplementos.

Es una de las propiedades más difundidas del resveratrol, varias compañías farmacéuticas venden productos cosméticos que lo contienen. Se cree que favorece la regeneración de piel y tejidos, además de estimular la síntesis de las proteínas colágeno y elastina. Varios grupos de científicos a nivel mundial, como el Doctor Sinclair, en Australia, han tratado de establecer si efectivamente el resveratrol retrasa el envejecimiento, encontrando resultados contradictorios; ya que en levaduras, gusanos nematodos y peces de vida corta parece alargar la vida, pero, en ratones no presenta tal efecto.
     Al parecer, el resveratrol se une al gen llamado SIRT-1 (sirtuina) presente en diversas especies en la escala evolutiva, desde invertebrados hasta mamíferos (mosca de la fruta, nematodos, roedores, seres humanos), el cual modula el metabolismo celular y ha sido asociado con la longevidad, por lo que este compuesto podría activarlo de algún modo.

Debido al enorme interés económico y comercial, por parte de las compañías farmacéuticas y cosméticas para venderlo, hay una extensa publicidad enfocada a su consumo como suplemento alimenticio en dosis de 250 a 500 miligramos por día. Sin embargo, aunque se comercializa con la promesa de mejorar la salud y la belleza, su efecto no ha sido comprobado. Las principales desventajas que deben ser consideradas antes de consumir este producto son las siguientes:

  • La mayoría de los estudios con resveratrol han sido realizados en líneas celulares de origen animal o humano; es decir, en células obtenidas de diversos tejidos y mantenidas en cultivo, en condiciones in vitro, o bien en ratas, ratones o conejos. Hay muy pocos estudios serios en seres humanos sanos o con alguna enfermedad; por lo que los resultados benéficos potenciales observados en animales no pueden ser extrapolados completamente a las personas.
  • En términos de seguridad, podemos decir que, si bien se considera que es un compuesto seguro para ser ingerido por el ser humano, lo cierto es que algunos efectos secundarios han sido reportados, como náusea, diarrea y daño renal; derivados de su consumo en dosis altas (5 gramos por día), por lo que la dosis suministrada es también muy importante.
  • El resveratrol no es soluble en agua, en tal sentido, su concentración en el torrente sanguíneo es baja, pues se absorbe y se desecha rápidamente, por lo que, para tener un efecto a largo plazo, debería consumirse diariamente a dosis altas y por largos periodos. En este sentido, las compañías farmacéuticas están trabajando en nuevas formulaciones más potentes, así como en el diseño de moléculas o proteínas transportadoras que lo introduzcan en la célula.

Aunque el efecto curativo del resveratrol no ha sido demostrado científicamente, es un compuesto que potencialmente tiene efectos benéficos para la salud, ya que, al parecer, activa de manera directa o indirecta proteínas o moléculas en el organismo que regulan funciones celulares clave, pero se requiere avanzar con protocolos médicos y científicos bien diseñados y en condiciones controladas, para comprobar su efecto. Actualmente, en el ámbito internacional se tiene registrados 93 ensayos clínicos en pacientes con diferentes enfermedades, de los cuales se pretende obtener evidencia científica para determinar si el resveratrol podría estar en condiciones de ser utilizado como suplemento.
     Ante la pregunta “tomar o no suplementos de resveratrol”, sería más seguro y saludable consumir productos que lo contienen de manera natural como las uvas rojas o vino tinto, moras, arándanos y cacahuates que, a pesar de contener el compuesto en bajas cantidades, aportarían otros nutrientes adicionales.

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Carla O. Contreras Ochoa

Es Doctora en Ciencias de la Salud Pública con especialidad en Enfermedades Infecciosas. Actualmente labora en el Centro de Investigación Sobre Enfermedades Infecciosas (CISEI), del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Es miembro del SNI (C). Su investigación se enfoca en el estudio del efecto citotóxico y de muerte celular inducida por diversos fármacos antitumorales, así como en la búsqueda de nuevos compuestos potenciales para el tratamiento del cáncer.

Alfredo Lagunas-Martínez

Es candidato a Doctor en Ciencias Biomédicas y labora en el CISEI-INSP. Su investigación se centra en el estudio de la apoptosis y respuesta inmune inducida por las proteínas del virus del papiloma humano, así como en el estudio de fármacos para el tratamiento de cáncer. Es miembro del SNI (C).

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