El haba es una leguminosa poco utilizada en México, pese a que se produce en buena cantidad. Generalmente, se consume como botana o en sopa. Especialistas de la Escuela nacional de Ciencias Biológicas – IPN trabajan en el estudio de las leguminosas: “nos enfocamos en analizar tanto factores no nutricionales como en buscar las posibilidades de aplicación de todas estas semillas; una de las alternativas es el haba, de la cual obtuvimos un concentrado proteínico y lo sometimos a una hidrólisis para obtener péptidos liberados que tienen alguna propiedad funcional como antioxidantes, anticancerígenos, etcétera”, explica la doctora Cristian Jiménez Martínez.
Esta investigación es el resultado de su tesis de licenciatura, a partir de la cual “obtuvo una bebida con sabor a café, ya que, al hacer evaluaciones sensoriales para conocer el sabor óptimo de la bebida, éste fue el que mejores resultados tuvo”, platica.
Para elaborar la bebida, primero se seleccionaron las semillas de haba, de las cuales se obtuvo una harina fina, después se le eliminó la grasa para preparar una solución a la que se le ajustó el pH o el grado de acidez de una solución acuosa; y, finalmente, se le añadió una sucralosa (un derivado del azúcar) como edulcorante.
Tras probar los efectos de esta bebida en el organismo, pudieron determinar que ayuda a reducir los niveles de colesterol, glucosa y lipopotreínas. “Realizamos un experimento en ratones, a los que se elevó el colesterol y los triglicéridos a base de la alimentación; después, se les dio la bebida una vez al día en un determinado horario y dosis; así pudimos observar que presentaron una disminución de colesterol, triglicéridos y glucosa, la cual fue alrededor de 60%”, menciona. Por ahora queremos probar la bebida por periodos más largos como método correctivo y preventivo para conocer sus efectos en el organismo. “También queremos determinar las dosis y el tiempo para poder tomarlo”, concluye
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