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Noviembre-Diciembre 2011
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Ciencia en México

PILAR MARTÍNEZ

Los costos ocultos de los biocombustibles
Los costos ocultos de los biocombustibles
"Hay estudios que indican que, para la obtención de un litro de etanol, se lleva a cabo un proceso muy largo: sembrar maíz, sacarlo, fermentarlo; ello conlleva una cantidad de movimiento de los propios insumos y, al final, lo que se gana, en el mejor de los casos, es un 10% de energía, aunque se puede perder, así lo sugiere el Instituto Estadounidense de Ciencias Biológicas.
Al desarrollar y poner en marcha nuevas tecnologías para la producción de biocombustibles, algo que no se toma en cuenta, al momento de evaluar qué tan redituables son, es el costo de los insumos requeridos, la explotación de los recursos naturales, el uso de hidrocarburos, el impacto ambiental, advierte el doctor Gian Carlo Delgado Ramos, investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades-UNAM.

"Un ejemplo de ello es el etanol. Producirlo implica, entre otras cosas, erosión de la tierra, contaminación y gasto de agua (huella hídrica), explotación de la fuerza de trabajo y el uso de petróleo. Entonces, tratamos de producir etanol para ahorrar petróleo, pero usamos el hidrocarburo para obtenerlo. No sólo eso, le apostamos a una energía que tiene un uso muy concreto: el transporte motorizado; en nuestro país y en el mundo, es, en su mayoría, de tipo privado, y tiene una movilidad muy baja –en promedio es de 1.2 a 1.7 personas por coche al año–, estamos hablando de que casi siempre va sólo el conductor", menciona el investigador.

"Hay estudios que indican que, para la obtención de un litro de etanol, se lleva a cabo un proceso muy largo: sembrar maíz, sacarlo, fermentarlo; ello conlleva una cantidad de movimiento de los propios insumos y, al final, lo que se gana, en el mejor de los casos, es un 10% de energía, aunque se puede perder, así lo sugiere el Instituto Estadounidense de Ciencias Biológicas. Entonces, si se utiliza esta tecnología, se invertirían muchos recursos y no sería tan redituable", explica Delgado Ramos.

En este sentido, "antes de poner en marcha una nueva tecnología, necesitamos estudiar el costo socioambiental. Mi posición entorno a los biocombustibles es que ninguno de éstos, por sí sólo, va a resolver el problema energético en el sector transporte porque este sistema es altamente devorador de energía. Las proyecciones de la cantidad de automotores en un futuro son inmensas –2,600 millones de unidades de pasajeros para el 2050– y no tiende a favorecer la movilidad en transporte público y no-motorizado. Al contrario, seguimos con el paradigma del uso de coches privados. Con esto no quiero decir que todos los biocombustibles sean malos, el problema es qué tipo de biocombustible, en qué condiciones y a qué escala se pretenden fabricar".

La UNAM ya trabaja en el estudio y análisis de estos energéticos desde cinco ejes básicos: socioambiental, huella hídrica, socioeconómico, política energética y emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción de biocombustibles.

Invasión del pez león
El pez león está acabando con especies nativas
Invasión del pez león
"Estamos proponiendo un proyecto inicial que ayude a obtener información sobre el impacto potencial que está teniendo la presencia del pez león en las costas de la península de Yucatán, donde se han realizado investigaciones aisladas sobre su aparición.
Dos especies exóticas originarias del Indo-Pacífico –Pterois volitans y Pterois miles–, conocidas genéricamente como pez león, fueron introducidas, y se están dispersando en el Caribe y Golfo de México, convirtiéndose en depredadores extremadamente voraces, que se alimentan principalmente de peces y crustáceos. El incremento de su presencia y sus altas tasas de consumo está produciendo un impacto negativo en una gran variedad de peces e invertebrados de los arrecifes coralinos y manglares; algunos de importancia comercial como mero, pargo, boquinete y langosta, además de generar graves daños en los corales, asegura el doctor Jesús Ernesto Arias González, del Cinvestav Mérida-IPN.

"Estamos proponiendo un proyecto inicial que ayude a obtener información sobre el impacto potencial que está teniendo la presencia del pez león en las costas de la península de Yucatán, donde se han realizado investigaciones aisladas sobre su aparición.

"A partir de estudios retrospectivos sobre la ecología de peces en el arrecife Alacranes –uno de los ecosistemas de arrecife coralino más importantes de México–, construimos un modelo de simulación, para estimar los efectos que puede tener el pez león en los ecosistemas de arrecifes coralinos del Caribe y el golfo de México, y observamos que este pez está produciendo un cambio de fase en la red trófica del ecosistema arrecifal, es decir, se produjo un efecto en cascada: el pez comenzó a alimentarse de las especies existentes produciendo enormes cambios en la estructura total del ecosistema", explica el investigador.

El problema se vuelve más grave debido a las características reproductivas de esta especie y a su tasa de reproducción, las hembras se reproducen todo el año y desovan, en promedio, cada cuatro días, liberando, aproximadamente, 194,577 huevos mensualmente (2'335,052 al año). Esto explica, en parte, su rápido establecimiento en el Caribe y el golfo de México. Al ser una especie nueva, las nativas, muchas veces, no la reconocen como depredador, "de ahí la importancia de plantear estrategias de control.

En este sentido, realizamos la simulación para saber qué pasaría si este pez se remueve (a partir de la pesca) de manera constante. Lo que observamos es que una estrategia de remoción constante es muy eficiente para controlar los diferentes estados de desarrollo del pez, desde los juveniles hasta los adultos. Estimamos que, si tenemos una explotación constante de este pez en los estados de maduración temprana, es posible controlar toda la población, es decir, desde las larvas hasta los peces juveniles y los adultos que, generalmente, se encuentran en aguas muy profundas (aprox. 100 m). El pez león empezaría a disminuir proporcionalmente, según las medidas de control que se lleven a cabo", explica Arias González.

Este estudio enfatiza la importancia de que en México se hagan investigaciones científicas de apoyo en las medidas de manejo que se están llevando a cabo en diferentes parques nacionales y en las costas del Caribe mexicano y golfo de México.

 

Campo de pruebas de helióstatos
Forma parte de tres subproyectos del Laboratorio Nacional de Sistemas de Concentración Solar y Química Solar que impulsa el Centro de Investigación en Energía-UNAM. En este campo se hará investigación sobre la radiación solar como alternativa para la generación de energía eléctrica y combustibles.
Premio Ciudad Capital "Heberto Castillo Martínez" 2011
Fue entregado a la doctora Neiko Shirai Matsumoto, responsable del Laboratorio de Biopolímeros del Departamento de Biotecnología UAM-I, por sus aportaciones para el aprovechamiento de desperdicios de la industria acuícola y pesquera.
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