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“Especialmente me gusta dar clases porque adoro hacer difusión, es maravilloso poder platicarle a otro lo que se está investigando, hacia dónde vamos, etcétera. No concibo que alguien genere conocimiento y no sienta la necesidad de compartirlo con alguien más”. |
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De niña, Patricia Segura Medina soñaba con encontrar la cura contra el cáncer. Hoy esta investigadora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) desarrolla modelos de asma y toxicología del aparato respiratorio, y forma parte del numeroso grupo de investigadores que trabajan en todo el mundo para encontrar la cura del cáncer, el asma y muchos otros padecimientos de tremenda complejidad que afectan a millones de seres humanos.
Hace un par de décadas, Patricia Segura ingresó como estudiante al Laboratorio de Investigación en Asma del INER.
Allí realizó su tesis con la cual obtuvo mención honorífica al mejor trabajo de Licenciatura en Investigación Veterinaria.
Desde entonces se fue especializando en toxicología del aparato respiratorio, en varios niveles (ozono y organofosforados) con estudios de posgrado y una estancia de investigación en Bélgica.
Con el paso del tiempo, el Laboratorio evolucionó a Departamento de Hiperreactividad Bronquial, y en 2003 ella se convirtió en jefa del mismo.
“El trabajo que aquí se realiza obedece a necesidades de atención médica de los mexicanos, no sólo de los habitantes del Distrito Federal (10% asmáticos), porque este síndrome es, de hecho, más frecuente en las regiones húmedas de México, donde se reporta hasta 30% de la población con asma”, explica la doctora al hablar de los alcances del conocimiento que se genera en su laboratorio y puntualiza: “La incidencia de asma también tiene relación con la altitud, ese es otro estudio que hicimos en el laboratorio.
”En realidad el asma es una enfermedad incurable, puede ser que a veces remita sola o se logre controlar, lo más grave es que resulta incapacitante, y el Investigación en medicina, una opción real tratamiento es costoso para la enorme cantidad de gente que la padece”.
Lo que más se trabaja en el Departamento de Hiperreactividad Bronquial es fisiología y farmacología del músculo liso de las vías aéreas, pues este músculo es fundamental en el asma; se desarrollan también otras líneas de investigación como las causas del asma –usando modelos experimentales en animales–, y tratamientos alternativos.
Otras líneas de investigación de gran relevancia para el Departamento son las que tienen que ver con inmunología, bioquímica y biología celular de las vías aéreas.
Actualmente la investigadora Patricia Segura trabaja, junto con su grupo, la relación serotonina-asma.
“La serotonina es una sustancia que producimos en el cuerpo y que está asociada a muchos procesos, entre ellos, la depresión y el sueño. Se ha visto que si una persona depresiva tiene asma, es mucho más difícil controlarla o tiene continuamente crisis”, comenta.
PUBLICAR O MORIR
En el ámbito científico es fundamental tener metas para no perderse en el mar de preguntas por contestar. “Hay mucha gente que investiga un tema por años y nunca concreta ese esfuerzo en una publicación. Finalmente eso es lo que nos toca a nosotros: publicar, dar a conocer en revistas arbitradas los resultados a los que hemos llegado en un periodo determinado”, afirma.
Acerca de las dificultades de conseguir financiamiento para investigación, la doctora sostiene que son las publicaciones indizadas las que avalan la solidez del investigador y lo encaminan a la obtención de apoyo económico, sin embargo, “publicar no es fácil, porque un artículo en realidad está resumiendo muchas horas de trabajo en las que no se tiene el control de todo, a veces hay condiciones que ponen en riesgo o prolongan el tiempo necesario para el buen desarrollo del proyecto”.
“Especialmente me gusta dar clases porque adoro hacer difusión, es maravilloso poder platicarle a otro lo que se está investigando, hacia dónde vamos, etcétera. No concibo que alguien genere conocimiento y no sienta la necesidad de compartirlo con alguien más”, dice la también docente del Tecnológico de Monterrey.
ADMINISTRACIÓN DE LA CIENCIA
En la actualidad dedica parte de su tiempo a la administración del Laboratorio. “Afortunadamente en el INER se han superado muchas barreras administrativas y existe una buena comunicación entre las distintas áreas, lo cual facilita la labor de todos. Hemos podido trabajar a un muy buen nivel”, explica.
La experta en toxicología afirma que “la colaboración es muy importante en el quehacer científico, si bien éste es un medio donde hay mucha competencia, en el cual se debe leer y estudiar todos los días para mantenerse vivo, la colaboración constante entre colegas es fundamental porque te permite intercambiar experiencias, tu trabajo sale más rápido y está enriquecido por el conocimiento de los demás. Gracias a esta política nos hemos ganado la confianza y el respeto de nuestros colegas. De hecho, este laboratorio surgió como una colaboración INER-UNAM, y se ha mantenido así de tal modo que un laboratorio se convierte en una extensión del otro. Lo mismo sucede con laboratorios e instancias de investigación del país y del extranjero”.
Su deseo es que haya más gente dedicada a la investigación para que México deje de comprar tecnología y conocimientos a otros países, dado que aquí hay mucha capacidad intelectual. Y concluye la doctora Segura: “Este es un trabajo con retos y dificultades como todos. Aunque no es un camino fácil, hay una opción real de hacer investigación en el área médica. Es apasionante y con esa pasión puedo comprometerme a hacer todavía más, ésa es mi forma de agradecer al INER, a la UNAM, al Politécnico y al Tec de Monterrey, instituciones donde he podido formarme y crecer. Ya no sueño con encontrar la cura contra el cáncer, sólo me gusta pensar que lo que hago tendrá alguna aplicación y que cuando alguien cita mis artículos es porque le están resultando útiles. Eso es lo que le da sentido a todo mi trabajo”.
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