En este número de nuestra revista hemos querido incluir una serie de temas de investigación que van desde el estudio del placer, el chocolate como alimento, el acoso escolar, la biometría y el valor del maíz, con el propósito de dar un panorama amplio de la diversidad de trabajo científico que se realiza en todos los centros y universidades del país. No resulta fácil seleccionar los artículos a publicar, pues tienen que pasar por un riguroso proceso de dictaminación que requiere del esfuerzo de los evaluadores, además, afortunadamente contamos con el compromiso del investigador para hacer accesibles sus ideas y conceptos en una revista de divulgación.

Lo que hace interesante esta edición es que, no obstante la pluralidad de los trabajos, nos hemos encontrado con científicos que gracias a este método han visto publicados su hallazgos, y los comparten por vez primera con la comunidad no especializada; por ejemplo, las bondades del alimento de los dioses prehispánicos, el chocolate. Conocer su origen tal vez nos resulte común, pero sus propiedades alimenticias van más allá, como podemos leerlo en esta ocasión; conocer los alcances conceptuales del acoso en las aulas implica explorar una metodología de la que poco conocemos.

Por otro lado, un paleoartista nos hace una invitación pública a ponerle nombre a un cráneo de mastodonte, no de mamut, que se encuentra desde hace años en el Museo Geología de la UNAM, luego de darnos una explicación de las diferencias entre una especie y otra. La trascendencia de este tipo de estudios radica en que nos permiten aclarar mitos y conocer de paso la riqueza paleontológica de nuestros museos.

Medir la vida es una propuesta que nos hacen los biólogos de este siglo, en otra de las entregas, para dar certeza científica a la evolución del ser humano con métodos que involucran la matemática, la estadística y la computación, principalmente para saber sobre el crecimiento de la población, pero ante todo, lo que nos atañe en la vida diaria, es decir, las dosis adecuadas entre los fármacos que se suministran para combatir una enfermedad y cómo responde el organismo… todo con una simple muestra de sangre, claro sometida a rigurosos procesos de análisis químicos y biológicos.

Pues bien, disfrute mucho de esta miscelánea de conocimiento que se complementa con el usual recorrido por ciencia mundial, del país, de los Centros de Investigación del Conacyt y, desde luego, un paseo por los cielos de este maravilloso universo.