La posibilidad de que exista ya una avanzada arma meteorológica capaz de desencadenar catástrofes climáticas a voluntad en diversas partes del mundo es la más reciente divagación pseudocientífica de algunos grupos extremos de la paranoia política.
Entre quienes proponen esta posibilidad está el canadiense Michel Chossudovsky, un politólogo experto en temas de la globalización económica que, inexplicablemente, se ha hecho promotor de la idea de que ya existe una tecnología secreta estadounidense que permite modificar el clima en cualquier lugar del mundo, pero que, sin razón aparente, no se usa para beneficiar a extensas zonas de Estados Unidos que requieren ya sea acabar con sequías prolongadas o bien evitar huracanes o tornados, sino sólo para causar catástrofes en países del Tercer Mundo, lo que incluye calamidades como la ventisca que afectó a la Ciudad de México el 23 de enero pasado;
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situación de la cual se culpa a un proyecto estadounidense conocido por sus siglas HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program, es decir, Programa activo de investigación auroral de alta frecuencia).
