Un ejemplo de la obtención de los parámetros psicoacústicos se ilustra en la figura 3, donde se muestra la función anatómica de transferencia normalizada obtenida de una medición real en la cual se ocupan dos pequeños audífonos colocados en los canales auditivos de una persona voluntaria. Dicha gráfica describe la intensidad o volumen percibido porcada oído de una fuente de sonido de intensidad constante desplazada en un círculo horizontal alrededor del espectador. En esta gráfica aérea, donde los 0° es la nariz y los 90°, el oído derecho, se puede observar que la mayor sensibilidad acústica la presentamos cuando el sonido incide sobre los 60°. Nuestra oreja funciona como una pequeña antena direccionada.
Los resultados de esta gráfica (figura 3) pueden interpolarse para, posteriormente, emplearse en simulaciones y en procesadores digitales de audio. Una vez que se tienen los dos canales con los parámetros psicoacústicos incluidos, sólo falta reproducirlos. Lo más fácil sería utilizar audífonos, con esto cada oído escucha lo que le corresponde y la imagen acústica se crea en el espectador de manera adecuada. Dos desventajas serían que los audífonos pueden llegar a ser un tanto molestos y que el efecto sólo puede ser apreciado correctamente por la persona usuaria.
También se podrían usar dos bocinas comunes, que muchos hogares ya tienen para reproducir el formato estereofónico convencional. Sólo que en este caso, sería preciso hacer ajustes en las señales para cancelar la interferencia de una bocina a otra y simular en el espectador el mismo efecto.
La importancia de este fenómeno y su interés comercial han hecho que empresas como Sensaura y Dolby estudien la factibilidad de incluir sonido 3D en los nuevos sistemas de audio, en videojuegos y sistemas de realidad virtual.
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Hacia una acústica tridimensional
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