UN DOBLE RETO
A pesar de que el tratamiento actual es efectivo ocasiona muchas molestias, pues el yeso puede producir deshidratación en la piel, lo cual desencadena la aparición de rozaduras y llagas; además de que las férulas deben sustituirse periódicamente, –entre una y dos semanas,– hasta lograr el resultado deseado, o de lo contrario intervenir quirúrgicamente.
Ante esta problemática, Fanny tenía un doble reto: crear un aparato ortopédico eficaz y cómodo. Para ello contó con la asesoría del Doctor Ciénega, quien le facilitó el acceso a las instalaciones del Hospital para obtener información bibliográfica y experimental del padecimiento a tratar; así mismo trabajó con el M. en C. Luis Ivan Lugo Villeda, profesor-investigador de la Universidad Politécnica de Pachuca, para el análisis, síntesis y diseño del prototipo mediante la obtención de un modelo matemático de la cinemática del pie, además de realizar simulaciones numéricas y gráficas.
“Al concluir el prototipo, me parecía muy simple y no veía la grandiosidad del trabajo. Se trata de un dispositivo construido con barras de aluminio ranuradas, que permiten ajustar el aparato al tamaño del pie, así como adaptarse a la deformación de éste. El aparato se sujeta al pie del niño gracias a unas par de cintas de velcro.
El dispositivo ortopédico diseñado por Fanny, que hasta ahora es sólo un prototipo, ha sido registrado ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial y está en proceso de evaluación para ser patentado.
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