Capacidad tecnológica del Sistema Nacional de Salud
Actualmente, el Sistema Nacional de Salud (SNS) cuenta con 1005 unidades de atención médica de segundo y tercer niveles (hospitales generales y de alta especialidad, respectivamente) con un total de 78051 camas censables* y 76 unidades médicas privadas con servicio de hospitalización, con más de cincuenta camas censables.1
Por otro lado, hay que considerar el tipo de tecnología médica (cuadro 1): los hospitales de alta especialidad cuentan con equipo médico de alta tecnología caracterizado por un alto costo, ello debido a que cuenta con herramientas de software y hardware muy especializadas y por requerir de usuarios capacitados. En esta categoría se encuentran todos los equipos de imagenología como rayos X, tomógrafo axial computarizado, resonancia magnética, mastógrafo, etc. En la tabla 1 se muestra un segmento de la cantidad de equipo de alta complejidad distribuida en las diferentes instituciones de salud mexicanas.1
El equipo médico de tecnología media también tiene un diseño que requiere herramientas de software y hardware especializadas, pero es menos costoso que el anterior y se refiere a equipos utilizados en la mayoría de los hospitales de segundo y tercer niveles; por ejemplo, electrocardiógrafos, incubadoras, electroencefalógrafos, equipos de ultrasonido; microscopios, máquinas de anestesia y ventiladores, entre muchos otros.
Por último, el equipo médico de baja tecnología, que no requiere de equipo de cómputo o programas de alta complejidad, tiene un bajo costo y se utiliza en todas las unidades médicas tales como camas electromecánicas, básculas, esfigmomanómetros y negatoscopios, entre otros.
Es importante mencionar que casi 90% de la tecnología médica utilizada en las instituciones de salud en México es importada, lo que implica gastos considerables y el deterioro de su eficiencia al ser adaptada a condiciones diferentes para las que fue diseñada. Si se contabilizara la inversión en equipo médico aplicada por el SNS, obtendríamos una cantidad millonaria; de aquí la relevancia de mantener en óptimas condiciones el recurso tecnológico en las unidades médicas, y también la importancia de incorporar ingenieros clínicos al sector salud con el fin de desarrollar procedimientos para el uso seguro de la tecnología y así obtener la más alta calidad en los resultados del diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los pacientes.
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¿Para qué aplicar la ingeniería clínica?
Ingeniería clínica en la UAM Iztapalapa
Referencias
