Durante más de tres décadas, esta compañía cien por ciento mexicana, ha generado más de 16 mil máquinas, gracias a lo cual varias empresas asentadas en nuestro país dejaron de importar equipo para sus plantas. El impacto de Jersa en la economía y, especialmente, el esfuerzo del ingeniero fue reconocido en 1994 con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en la categoría de Tecnología y Diseño.

“La compañía fue fundada en 1972; fabricamos equipo para tres sectores: el vitivinícola, farmacéutico y de alimentos, pero principalmente para este último. Tenemos, en promedio, 70 modelos de máquinas diferentes que podemos adecuar a las necesidades del cliente”, comenta.

Jersa es considerada una empresa pequeña y pese a ello cuenta con clientes de la talla de: Campbell’s de México, Gerber, La Costeña, Jumex, Jugos del Valle y Herdez, compañías para las cuales desarrollan maquinaria muy específica, es decir trajes hechos a la medida.

“Ésta es una empresa pequeña debido a sus volúmenes de producción: desgraciadamente no hemos podido fabricar equipo en serie –que sería lo ideal–; no obstante, hemos conseguido especializarnos en el diseño de equipo”.

Gracias a esta forma de trabajar, la empresa se ha mantenido vigente, sin embargo, conscientes de la gran competencia en el sector, en los últimos años se han dado a la tarea de emprender una modernización tecnológica a través del conocimiento.

En este contexto, hace algunos años Jersa buscó en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) el apoyo para modernizar a la empresa; su solicitud encontró respuesta a través del Fondo Sectorial de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Económico (Secretaría de Economía-Conacyt), del cual obtuvo recursos para crear un centro de diseño cuyo nombre formal es Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico de Maquinaria Jersa (CIDETEJ).

El CIDETEJ
LA CREATIVIDAD, EL PRINCIPIO DE TODO