De acuerdo con datos de la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), en nuestro país habitan actualmente 1,381,853 personas que se reconocen como afrodescendientes, cuya presencia es significativa en entidades como Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Jalisco y Baja California Sur.3
Desde hace algunas décadas, los ciudadanos afromexicanos han desarrollado una agenda cuya demanda central gira en torno a su reconocimiento constitucional. Como resultado de su movilización política, algunas constituciones estatales se han modificado con el objetivo de incluirlos en el rubro de políticas públicas, reconocimiento que derive en mejoras para sus condiciones de vida. Por ejemplo, en el estado de Oaxaca, el párrafo segundo del artículo 16 de la Constitución local refiere que:
Los pueblos indígenas del estado de Oaxaca son: amuzgos, cuicatecos, chatinos, chinantecos, chocholtecos, chontales, huaves, ixcatecos, mazatecos, mixes, mixtecos, nahuas, triques, zapotecos y zoques. El estado reconoce a las comunidades indígenas que los conforman, a sus reagrupamientos étnicos, lingüísticos o culturales. La ley reglamentaria protegerá a las comunidades afromexicanas y a los indígenas pertenecientes a cualquier otro pueblo procedente de otros estados de la república y que, por cualquier circunstancia, residan dentro del territorio del estado de Oaxaca.
Por otra parte, en el estado de Guerrero, la Constitución local, en la sección II, “De los derechos de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos” señala en los artículos ocho y nueve:
Artículo 8. El estado de Guerrero sustenta su identidad multiétnica, plurilingüística y pluricultural en sus pueblos originarios indígenas, particularmente, los nahuas, mixtecos, tlapanecos y amuzgos, así como en sus comunidades afromexicanas.
Artículo 9. Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho a la libre determinación y autonomía de los pueblos indígenas y afromexicanos, atendiendo en todo momento a los principios consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los Instrumentos Internacionales en la materia e incorporados al orden jurídico nacional.
En el año 2018 entró en vigor la Constitución Política de la Ciudad de México, hecho histórico de suma trascendencia. Aquí los afrodescendientes aparecen como un “grupo de atención prioritaria”, de tal forma que en el inciso N del artículo 11 de dicho documento quedan establecidos los “Derechos de las personas afrodescendientes”:
- Las personas afrodescendientes gozan de los derechos reconocidos por esta Constitución. Tienen derecho a la protección y promoción de sus conocimientos tradicionales y su patrimonio cultural, artístico, material e inmaterial.
- Las autoridades adoptarán medidas efectivas de trato igualitario, en consulta y cooperación con estas personas, para el ejercicio pleno de sus derechos, combatir los prejuicios y estigmas, eliminar el racismo, así como para la prevención, atención, sanción y erradicación de las violencias en su contra.
- Las autoridades fomentarán la autoadscripción de las personas afrodescendientes mediante campañas de información y sensibilización para su reconocimiento.
- Esta Constitución reconoce y protege las contribuciones históricas de las personas afromexicanas en la construcción de la nación mexicana y de la Ciudad de México.
Lo anterior muestra sólo algunos ejemplos de reconocimientos jurídicos locales, lo que ha sido trascendente, porque así es posible conocer las problemáticas que enfrentan, como la marginación económica que padecen (sobre todo en el ámbito rural) o el racismo y la discriminación de que han sido sujetos. En particular, el racismo es un obstáculo para el disfrute de derechos, por lo que debemos combatirlo colectivamente. Un paso muy importante es reconocer que el fenómeno existe en nuestro país. Es muy frecuente escuchar que en México no hay racismo porque “aquí no hay negros”, como si este fenómeno afectara sólo a este sector de la población.
Como hemos visto, en nuestro país sí hay afrodescendientes, y ellos, como otros grupos sociales, también enfrentan prácticas de racismo, exclusión y discriminación. Es importante que rompamos con ideas sobre “superioridad” o “inferioridad” o conceptos ligados a las diferencias físicas de la gente. Hay frases como “mejorar la raza”, que poco ayuda a combatir los prejuicios y estereotipos.
Eliminemos de nuestro lenguaje y pensamiento estas nociones, lo cual ayudará a generar mejoras en nuestra convivencia cotidiana y nos acercará a lograr una valorización de todas las personas que compartimos este país llamado México.