Diciembre y enero son los meses más favorables para la observación astronómica en la Mesa Central de la república mexicana; los cielos de invierno, en general despejados, nos dejan ver desde el anochecer, estrellas, constelaciones, cúmulos globulares y los demás objetos celestes en ambos hemisferios.
En el noreste tenemos como constelación principal a Orión, cuya estrella Rigel forma parte del llamado Hexágono de Invierno al cual, si giramos la vista en el sentido de las manecillas del reloj, veremos que está formado por Sirius del Can Mayor, la estrella más brillante del cielo; le sigue Procyon del Can Menor, luego está Cástor, la principal de la constelación Gemini, a continuación Capella de la constelación Áuriga y, finalmente, Aldebarán, la principal estrella de Taurus, cerca de la cual se hallan las Pléyades o las Siete Cabrillas.
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