La creciente migración de familias indígenas a las ciudades ha generado un nuevo desafío para el sistema educativo mexicano: integrar con éxito a niños de distintos grupos étnicos en las escuelas urbanas, tarea que requiere una política educativa bilingüe.
Regina Martínez Casas, coordinadora de la maestría en lingüística indoamericana del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), quien realizó durante siete años un estudio sobre la presencia de niños indígenas en 48 primarias públicas de Guadalajara, Monterrey y el Distrito Federal, comenta que el paso inicial para integrar a estos niños al sistema educativo es determinar a qué escuelas asisten, tarea nada sencilla debido a la discriminación.
“Los indígenas han sido discriminados desde tiempo inmemorial y la migración a las ciudades no ha cambiado esto. Un mecanismo de los indígenas para insertarse de modo menos conflictivo a la sociedad urbana es esconder su identidad étnica. Eso ocurre particularmente en niños y adolescentes, quienes no declaran abiertamente hablar una lengua indígena o ser hijos de indígenas”.
Esta situación tiene consecuencias negativasen la formación académica de los niños, quienes no son identificados como alumnos que hablan una lengua indígena y no español, sino como personas con alguna discapacidad, pues tienen dificultad para comunicarse.
Los niños, en ocasiones, “son enviados al sistema de educación especial. [Durante la investigación] encontramos que niños indígenas asistían a centros de atención múltiple, en donde compartían aulas con chicos con parálisis cerebral, deficiencia mental, sordera y otros problemas comunicativos, pues no se les diagnosticó nunca como niños que necesitaban educación bilingüe”.
Otro de los tratos que estos pequeños reciben es la “invisibilidad”: son ignorados intencionalmente. “Las autoridades –escolares– y profesores consideran que por vivir en la ciudad ya no son indígenas y entonces no se les da una atención particular. Las clases transcurren en español y si los niños tienen dificultad para comunicarse, se finge que no está sucediendo…
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REGINA MARTÍNEZ CASAS |
Doctora en ciencias antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
Investigadora nacional, nivel II
Actualmente coordina la maestría en lingüística indoamericana, en el CIESAS |
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