Ciencia y Desarrollo
CONACYT
FEBRERO DE 2008
Inicio
Secciones
Artículos
+ Ensayo de una vacuna: combate al LEG
1. Inicio
2. Población afectada
3. Tratamientos
4. Vacuna
5. El diseño
6. Perspectivas
7. Bibliografía
+ Dióxido de titanio: un material vanguardista
1. Inicio
2. Mecanismo de foto-catálisis
3. Tratamiento de aguas por foto-catálisis
4. Bibliografía
+ ¡Mi cerebro está enamorado!
1. Inicio
2. Las emociones
3. El amor, los amores
4. ¿En dónde surge el amor?
5. ¿Existe la química en el amor?
6. ¿Y, el magnetismo?
7. Cuándo surge el amor
8. Referencias
+ Resistencia a la volcadura de vehículos
1. Inicio
2. Cuestión de gravedad
3. Proceso de volcadura
4. Tendencia a la volcadura
5. Bibliografía
Artículos anteriores
Entrevista
+Antiveneno de México para África
1. Inicio
2.

A prueba la experiencia mexicana para producir antiveneneos

 
Descargar Internet Explorer
Descargar WinZip
Descargar Adobe Reader
Descargar Quicktime

Descargar RealPlayer

Descargar Flash Player
 

JOSÉ LUIS OLÍN MARTÍNEZ
ENTREVISTA
ANTIVENENO DE MÉXICO PARA ÁFRICA
A prueba experiencia mexicana para producir antivenenos
En 2003, el Instituto Biolcón, filial de Laboratorios Silanes, y la UNAM realizaron un encuentro de expertos para debatir el tema del envenenamiento por animales ponzoñosos, en dicho evento, Jean-Philippe Chippaux, médico francés que ha vivido más de 40 años en África, planteó a ambas instancias trabajar en un antiveneno para el continente negro.

Como resultado de esa invitación, Roberto Stock viajó en 2004 y 2005 a África para trabajar junto con el médico francés en la recolección y recopilación de los datos epidemiológicos sobre las mordeduras más frecuentes de serpientes en el África Subsahariana. Con dicha información, se decidió ensayar la producción de un antiveneno contra once serpientes distintas: cuatro cobras, dos mambas y cinco especies de víbora.

“La primera etapa consistió en compilar los datos epidemiológicos para ver qué tipo de antiveneno queríamos hacer, su potencia y contra qué especies; la segunda, fue la producción de los primeros lotes y, la tercera, consistió en demostrar que el antiveneno funcionaba, lo cual hicimos mediante un estudio clínico”. El estudio clínico se realizó en la República de Benín, un pequeño país de África Occidental, con 300 pacientes, aproximadamente, de los cuales fallecieron sólo nueve.

“La mortalidad histórica para la región va de 10 hasta 25%, sin tratamiento, por tanto podemos concluir que el antiveneno puede salvar a 70% de quienes sufren una mordedura, en particular de la serpiente Echis ocellatus, la más importante de la región, en términos del número de accidentes que ocasiona”.

Para el estudio clínico se utilizaron, por paciente, un promedio de cuatro dosis del antiveneno, el cual es un polvo liofilizado que se disuelve en 10 mililitros de solución salina.

“Esta es otra de las virtudes del antiveneno, que es un polvo liofilizado, y por ello no requiere de refrigeración, lo cual está muy bien, pues en África encontrar refrigeradores o electricidad es muy difícil.”

Durante el estudio clínico se suministró como primera dosis dos frascos del antiveneno por paciente y hasta 6 frascos si su estado no mejoraba.

“Cuando un paciente está envenenado, por lo menos en África, lo común es que sangre; en ese caso aplicamos dos frascos de antiveneno como primera dosis y encontramos que al menos 9 de cada 10 personas dejaban de sangrar, mientras el resto, al cabo de 6 horas, presentaban otra vez una hemorragia, en ese caso aplicábamos otro frasco de antiveneno.”

“Esto es lo que llamamos protocolo de tratamiento y consiste en establecer cuándo se decide darle más antiveneno a un paciente o cuándo esperar antes de darle más. Esta metodología está siendo refinada.”

Respecto a las reacciones secundarias del antiveneno, el investigador universitario comentó que éstas son irrelevantes y muy leves (como urticaria) y se presentan en un pequeño porcentaje (4-10%) de los pacientes.

El costo estimado del antiveneno, según el especialista, podría alcanzar hasta 15 dólares en el sistema público de salud, el equivalente a 150 o 200 pesos, lo cual todavía es mucho dinero para África, pero no es una cifra impagable.
desarrollado por quadrato