Si bien la contaminación de los pozos de agua potable con arsénico puede deberse a actividades humanas (uso de pesticidas, por ejemplo, o la producción de polvos y vapores de arsénico generados en los hornos, durante la fundición de metales), en general, el principal origen de esta contaminación es el transporte de arsénico de los minerales de la corteza terrestre y los sitios mineros a los mantos acuíferos, por condiciones hidrogeológicas específicas.
La presencia de arsénico en lagos y arroyos puede ser mortal para peces de agua dulce, invertebrados y plantas. En los humanos, el arsénico puede introducirse al organismo al inhalar polvos o gases, también si se ingiere o si es absorbido a través de la piel. Por supuesto, también está el proceso de ingestión directa, y la utilización de agua de pozo contaminada con arsénico para beber o cocinar los alimentos.
En general, la contaminación de agua con arsénico ocurre en aguas profundas; sin embargo, en las zonas áridas y semiáridas de México, el agua subterránea es la única disponible, por lo que el problema puede ser muy grave; de ahí que los habitantes más expuestos sean los ubicados en comunidades rurales con pocos habitantes, donde, incluso hervir el agua no resuelve el problema, pues el arsénico contenido en ella se concentra por evaporación y, una vez ingerido, se distribuye a través de la sangre por todo el cuerpo, llegando así a muchos tejidos, principalmente, hígado, riñones, pulmones, bazo y piel.
Se calcula que, en México, hay cerca de dos millones de personas expuestas a consumir agua con concentraciones de arsénico mayores al límite de lo aceptable Los límites máximos permisibles en el agua destinada a consumo humano se han reducido de 50 microgramos por litro (50 µg/l), que fijaba la norma del año 2000, a 25 µg/l, en 2005 (NOM-127-SSA1-1994); no obstante, la concentración de arsénico que se ha llegado a registrar en algunos pozos profundos de México es de 30 a 1000 µg/l (cuadro 1).
La precaria condición económica de la mayoría de los habitantes de estas zonas impide la compra de agua embotellada, por lo que es obligado el uso del agua municipal; además, el establecimiento de plantas de tratamiento de agua no es tan simple, ya que implica costos muy altos.
El arsénico del agua potable ha sido eliminado en algunos países mediante la instalación de plantas para este fin; pero, en algunos casos, éstas no han sido muy eficientes o bien resulta muy cara su operación. El problema es más serio en las zonas rurales, porque, como ya se mencionó, suele ser la única fuente de agua disponible; además, muchos de sus habitantes no están suficientemente informados de las consecuencias de consumir esta agua.
De hecho, se ha demostrado que los alimentos hervidos en agua contaminada absorben arsénico, tal es el caso de las sopas de pasta o los frijoles. En cambio, los vegetales y las plantas absorben muy poco arsénico del agua con que son regadas, y éste, generalmente, se encuentra en las cáscaras de frutas y verduras, por lo que, al remover la cáscara, se evita el peligro de ingerir este tóxico.
CUADRO 1. ZONAS DEL PAÍS QUE REGISTRAN UNA IMPORTANTE CONTAMINACIÓN POR ARSÉNICO EN AGUA POTABLE |
- Comarca Lagunera. Ubicada en los estados de Coahuila y Durango, en el norte de México. Es la región más estudiada y la primera donde, en 1960, se detectaron problemas de salud relacionados con la presencia de arsénico en las aguas subterráneas, única fuente de agua disponible para sus pobladores. Las áreas con mayor problema son San Pedro de las Colonias, Tlahualilo y Francisco I. Madero.
- Estado de Chihuahua. Principalmente en las zonas de Meoqui-Delicias y Jiménez-Camargo, en la porción sureste del estado.
- Estado de Sonora. En las áreas de Etchojoa, Magdalena y Caborca.
- Cuenca de Río Verde, Jalisco.
- Valle de Guadiana, Durango. Situación muy delicada, ya que este acuífero abastece de agua potable a la ciudad de Durango.
- Zimapán, Hidalgo. Básicamente, en la zona minera que explota plata, zinc y plomo, desde el siglo XVII. Las concentraciones más elevadas corresponden a los pozos más profundos.
- Baja California Sur. La mayor concentración se presenta en las aguas subterráneas de las zonas de Carrizal y Los Planes, cercanas a los distritos mineros de San Antonio-El Triunfo.
- San Luis Potosí. Presenta también problemas de agua contaminada por actividades mineras.
- Zona geotérmica de Los Azufres, Michoacán, y Los Humeros, Puebla.
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