El cambio climático está muy relacionado con lo que llamamos calentamiento global; sin embargo, su significado es diferente. La segunda expresión se refiere al aumento de las temperaturas medias del planeta Tierra, mientras que el cambio climático es generado por el calentamiento global, ya que, al aumentar las temperaturas medias, se alteran los ecosistemas y las diversas especies de seres vivos deben adaptarse a tales temperaturas, pues, si no logran hacerlo, son eliminadas del ecosistema al que pertenecen, situación que generaría una reacción de desequilibrio en cadena.
Sucede que, si una especie se pierde y otra depende de ella, ambas se perderán, a menos que la segunda se adapte a sobrevivir ésta, y así sucesivamente ocurrirá con todas las especies vinculadas a la desaparecida.
El cambio climático es originado por varios motivos, principalmente, a causa de la contaminación que los seres humanos provocamos al tirar basura en los ríos, al causar deforestación y, principalmente, debido a la ignición de combustibles fósiles;1 pero, ¿por qué hay tanto problema con esto? Los combustibles, al quemarse, provocan la liberación de gases de efecto invernadero —algo normal mientras se realiza la combustión—; a su vez, estos gases originan el calentamiento global y, en consecuencia, ocurre el cambio climático.
De León2 menciona: “La contaminación atmosférica es un gran problema ambiental, ya que es ocasionada por el mismo hombre, habiendo diferentes causas que ocasionan este problema, pero las más importantes son por actividades industriales, comerciales, domésticas y agropecuarias. La contaminación del aire, ocasionada por la quema de combustibles fósiles en plantas de energía, humos industriales y vehículos automotores…”
El académico Julio Vergara, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, afirma que producimos 85 millones de toneladas de CO2 cada año producto de las formas de energía que usamos y necesitamos hacer consciencia de ello. Una alternativa muy interesante resulta ser el uso de los biocombustibles, los cuales reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
El biocombustible apareció para solucionar estas situaciones; pero, también tiende a independizar la economía basada en combustibles fósiles.
El surgimiento de los biocombustibles en el mundo se debió a la primera crisis petrolera ocurrida en 1973, cuando el precio del petróleo aumentó enormemente; situación que afecto? a todos los países del mundo; principalmente, a los que no eran productores ni contaban con reservas petrolíferas.
Éstos corresponden a los generados a partir de biomasa (materia orgánica de origen vegetal o animal), lo que incluye residuos y desechos orgánicos, los cuales pueden ser aprovechados energéticamente.
En un principio, los biocombustibles de primera generación eran producidos con biomasa oleaginosa; es decir, aquella proveniente de cultivos tales como caña de azúcar, maíz, remolacha, trigo y sorgo. La desventaja de esta materia prima es que, al provenir de cultivos destinados a la alimentación, su precio tiende a aumentar, debido a los mecanismos del mercado.
Posteriormente, los combustibles de segunda generación fueron producidos a partir de materia lignocelulósica —residuos agrícolas y forestales compuestos, principalmente, por celulosa—. La ventaja de estos biocombustibles es que su materia prima es el residuo de la producción agrícola y no afectan ni compiten directamente con el mercado alimentario, por lo cual su precio no aumentaría demasiado; sin embargo, se sigue dependiendo de la producción agrícola y la explotación de las tierras de cultivo.
La tercera generación de biocombustibles es la producida mediante microalgas; la cuarta se encuentra aún en fase teórica y busca enfocarse en la producción de biocombustibles a partir de bacterias genéticamente modificadas, las cuales utilizan CO2.
Las microalgas han sido consideradas de una calidad conveniente para la producción de biocombustibles, debido a las ventajas de tener un mayor contenido de aceite, alta tasa de fotosíntesis, no entrar en competencia directa por tierras agrícolas y ser de fácil cultivo. De hecho, se estima que la productividad de biocombustibles provenientes de las microalgas llega a ser entre 20 y 80 veces superior a la derivada de maíz, soya o caña de azúcar.