Para manejar los bosques de forma sustentable es necesario integrar el uso múltiple de sus variados recursos y servicios; pues, además de la madera, los bosques son fuente de productos forestales no maderables (como plantas para usos medicinales y ceremoniales, hongos comestibles, fibras para tejidos…): son refugio de una gran diversidad de especies de insectos y otros animales polinizadores de cultivos agrícolas; proveen de servicios ecosistémicos, como son el ciclaje de nutrientes, agua, además de la captura de carbono y, por si fuera poco, conforman paisajes hermosos.
En tal sentido, el solo reconocimiento de que estos servicios benefician a diferentes actores —desde grupos locales, lo que puede derivar, hasta las escalas nacional y global— está transformando el enfoque de un manejo convencional centrado en la extracción de madera a un enfoque que incluye un espectro más amplio de valoración del ecosistema forestal. Esto último implica mantener la integridad multi-funcional de los bosques a partir de a partir de considerar que éstos constituyen sistemas complejos, cuyos procesos y funciones deben mantenerse.
El manejo de uso múltiple, por lo tanto, se refiere a la diversificación en el aprovechamiento de variados recursos y bienes, así como a la integración de diferentes objetivos.
VI Los usos pueden incluir, a la par de la producción de madera, actividades como la pesca o el aprovechamiento de fauna silvestre y otros recursos forestales no-maderables
4 (la conservación de biodiversidad, la provisión de servicios ecosistémicos y de actividades de ecoturismo).
En este esquema, se busca reducir la dependencia hacia un solo recurso, además de disminuir los daños ocasionados por la extracción de madera en detrimento de otros recursos o servicios del bosque. Para lograrlo es necesario realizar un gran esfuerzo con miras a integrar en el manejo diversos recursos y servicios, así como incluir la visión e interés de los diferentes grupos de actores.
En México, algunos ejemplos del manejo de uso múltiple se encuentran en comunidades de la selva maya, donde se aprovecha maderas preciosas como la caoba y se extrae el chicle; en comunidades forestales de Oaxaca —donde se extrae y vende volúmenes importantes de madera— también se planifica el aprovechamiento de hongos y orquídeas, además de ofrecer servicios de ecoturismo; de tal manera, todas estas actividades representan fuentes locales de empleo e ingresos.
De gran interés resulta un análisis en el cual se muestra que en las comunidades con mayor desarrollo de manejo forestal también se registra una más amplia incidencia de prácticas mayores de protección y conservación.
VII La silvicultura moderna en los bosques tropicales no se limita a la producción de madera, sino que cada vez hay más información la cual fundamenta que el manejo de boques tropicales debe asegurar la continuidad a largo plazo de las funciones ecológicas esenciales, y la salud y productividad de los ecosistemas forestales.
1 Los casos exitosos de empresas forestales comunitarias en México están a la vanguardia del manejo forestal en el mundo. Las experiencias de manejo diversificado de los bosques mexicanos son, en gran parte, resultado de la propiedad social, pues 60% de los bosques tropicales y templados son propiedad de comunidades y ejidos. La mayor parte de bosques y selvas de México, forma parte de territorios indígenas en donde existen y pueden desarrollarse sistemas colectivos de manejo forestal diversificado. Las instituciones comunitarias son un capital social muy importante que debe fortalecerse para el desarrollo de esquemas de manejo de bosques. A partir de ello, la forestería comunitaria representa una enorme oportunidad para el crecimiento del manejo forestal sustentable. Comunidades mayas en Quintana Roo, por ejemplo, están a cargo de los primeros bosques tropicales que fueron certificados a nivel mundial por el Forest Stewardship Council (FSC), al cumplir con los estándares de manejo forestal sustentable. No obstante, las experiencias exitosas de forestería (manejo de los recursos forestales) comunitaria aún son la minoría, lo cual es reflejo de una problemática compleja.
VI Entre los retos que nos competen a los científicos hoy en día, está el desarrollo de una investigación que contribuya al manejo sustentable y su aplicación en un país megadiverso como México. De modo que la colaboración y la vinculación de diversas áreas de la ciencia con las comunidades forestales, como las agencias gubernamentales y no-gubernamentales, sin lugar a duda tienen un papel importante por desempeñar en el fortalecimiento del manejo sustentable de los bosques.