Especialistas de la UAM, dirigidos por el maestro Víctor Manuel Collantes Vázquez y el doctor Jorge Rodríguez Martínez, desarrollaron una plataforma en internet que permitirá a personas con discapacidad y adultos mayores obtener información sobre apoyos económicos, datos de servicios que atienden las necesidades de estas personas, incluso, sobre lugares de esparcimiento.
Según los desarrolladores, este proyecto estaba dirigido a crear un sistema de localización de accesos como rampas, lugares de estacionamiento, elevadores adecuados para personas con movilidad reducida o adultos mayores; sin embargo, al analizar las necesidades de estas personas y los alcances del proyecto, éste se enfocó en el desarrollo de una plataforma más completa; para ello se realizaron entrevistas con el fin de conocer las necesidades de este segmento de la población y analizarlas para identificar cómo podría ser su aplicación en esta plataforma.
La plataforma digital alberga información sobre aspectos de normatividad, apoyos económicos ofrecidos por el gobierno e instituciones privadas, información sobre servicios y equipamiento, aparatos ortopédicos y todo aquello que pueda ayudar a la persona a moverse; incluso, provee información sobre servicios de esparcimiento, como museos, cines, centros de cultura, etcétera.
Por el momento, los desarrolladores aún se encuentran trabajando en el prototipo y, en breve, pretenden darlo a conocer


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Por ello, investigadores del Instituto de Ingeniería-UNAM, a cargo del doctor Armando González Sánchez, trabajan en un sistema con base en algas, para depurar el biogás. Al respecto, él menciona: “Es un sistema biotecnológico, conformado por fotobiorreactores que promueven el crecimiento de microalgas que consumen dióxido de carbono y ácido sulfhídrico; además de producir oxígeno”.
El sistema, primero, purifica el metano y lo transfiere a un contenedor para su uso posterior; después, el dióxido de carbono y el ácido sulfhídrico pasan a una fase acuosa con microalgas, a partir de la cual éstas “aprovechan la luz solar para incorporar dióxido de carbono a sus células y reproducirse. El ácido sulfhídrico, por su parte, logra diseminarse a partir de las bacterias que usan el oxígeno producido por las algas, y la biomasa que se obtiene de este proceso, sirve como fertilizante o alimento para peces”, explica.
Las microalgas utilizadas en este sistema provienen del lago de Texcoco, entre las que destacan cianobacterias tipo Spirulina sp., y otras más evolucionadas, como la Picochlorum sp.
Es un proceso de bajo costo, “ya terminamos la fase piloto y trabajamos en su optimización. Esperamos que alguna firma pueda interesarse y aplicarlo”, concluye

Ciencia en México
Pilar Martínez