
La diversidad biológica es una fascinante propiedad de los sistemas naturales, y tanto naturistas como científicos han invertido muchos años intentando entenderla, pues es una labor compleja, ya que el estudio de algunos grupos de seres resulta más complicado que el de otros; tal es el caso de los organismos macroscópicos.
La biodiversidad es la variabilidad presente en los organismos vivos, la cual podemos percibir en tres niveles: diversidad de especies, ecosistemas y genética. La primera acepción puede ser explicada como el número de especies observadas o estimadas en una región. En este marco, resulta importante definir una escala; es decir, elegir el tamaño del área que interesa estudiar para cada caso. La diversidad genética es el número total de características genéticas (o heredadas) en cada especie, y el tercer sentido incluye todos los ecosistemas existentes: bosque, humedales, paisajes, terrenos agrícolas, etcétera. I
FIGURA 1. Gradiente latitudinal de la biodiversidad.
El concepto de escala tiene dos componentes: el grano y la extensión. El primero es el tamaño de la unidad de muestreo elemental y la extensión es la magnitud espacio-temporal sobre la que se examina el fenómeno de interés.III
A pesar de que aún no se conoce ni se comprende todo sobre la biodiversidad, algunos patrones en su comportamiento han sido detectados; por ejemplo, se ha observado relación entre la riqueza de especies y factores ecológicos o climáticos; los patrones más relevantes se abordan a continuación.
En la macroescala es posible verificar que en los trópicos existe un número de especies muy elevado que disminuye gradualmente, al incrementar la latitud (figura 1); el patrón se observa en casi todos los niveles de organismos de los diferentes ambientes, incluso en el registro fósil. Aunque existen excepciones, como son las coníferas, los cangrejos de río o los pingüinos, que son más diversos a mayores latitudes, pero están ausentes en el trópico. Este fenómeno se ha tratado de explicar desde el siglo XIX, cuando Humboldt planteó una hipótesis,3 cuya explicación se basaba en el clima. A pesar del tiempo y los numerosos científicos enfocados en el tema, al día de hoy no hay una explicación definitiva y suficiente para este hecho.VI Incluso han sido reconocidas 32 hipótesis que invocan diferentes tipos y niveles de explicación que van, desde causas próximas, últimas, azarosas, determinísticas, históricas, hasta ecológicas, bióticas, abióticas, o bien, son específicas para ciertos grupos taxonómicos.VII
Conforme aumenta la altitud decrece el número de especies observadas. Estos cambios en la biodiversidad pueden asociarse con modificaciones de variables como presión, temperatura media, etc. En la macroescala se observa una relación lineal entre la altitud y el número de especies; pero en la mesoescala y escala local la relación del cambio no es lineal.
La heterogeneidad ambiental provee una mayor variedad de condiciones donde las especies pueden coexistir. En la mesoescala se observa que, entre más variedad de estratos geológicos existan en un área, habrá más especies.
Es biólogo y doctor en ciencias por la UNAM (2013), experto en análisis de percepción remota de la vegetación. Es investigador del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad en el Sureste, donde ocupó la Secretaría Académica (2014–2016). Actualmente, es representante técnico del proyecto Fordecyt: “Cambio global y sustentabilidad en la cuenca del río Usumacinta: Bases para la adaptación al cambio climático”, orientado a construir un modelo de gestión territorial sustentable que propicie conservación, restauración y aprovechamiento del capital natural. Es miembro del SNI (I).
Es maestra en ciencias del desarrollo rural por la Universidad de Gante y bióloga por la UNAM. Ha trabajado en diagnósticos ambientales. Colabora en el Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad, en el Sureste, desde 2017.