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GUADALUPE GUTIÉRREZ HERNÁNDEZ
JOSÉ LUÍ OLÍN MARTÍNEZ

ENTREVISTA
MASA CRÍTICA, ELEMENTO ESENCIAL PARA LA COMPETITIVIDAD

Las empresas que deseen elevar su competitividad a partir de la innovación tecnológica deben apostar por la contratación de profesionales de alto nivel para formar una masa crítica de recursos humanos; de lo contrario no podrán avanzar en un programa de investigación y desarrollo que los lleve a alcanzar sus objetivos.

Leopoldo Enrique Rodríguez Sánchez, ingeniero químico de profesión, quien trabajó por 40 años en Industrias Resistol y sus antecesoras (actualmente, parte de Grupo Desc), cree firmemente que uno de los elementos esenciales para lograr la innovación tecnológica avanzada en una empresa son los profesionales de alto nivel (personal con estudios de posgrado), quienes gracias a su formación pueden potenciar las capacidades de las organizaciones. “Cuando realmente una empresa quiere realizar con seriedad proyectos innovadores, más que hacer un trabajo puramente de ingeniería o una mejora marginal de sus procesos, el primer paso es contratar personal con estudios de alto nivel, pero, antes de eso, identificar al interior de la compañía a un campeón, un buen interlocutor para este tipo de profesionales”.

El campeón, señala el Vicepresidente Técnico de la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico, A. C. (ADIAT), debe propiciar y establecer la comunicación adecuada con los especialistas que contratará la organización y con personal externo de alto nivel, por ejemplo: los académicos de las universidades.

“Evidentemente, así como se requiere de un interlocutor que entienda las necesidades de los especialistas que trabajan para la empresa, con más razón se necesita entender las necesidades y el lenguaje de los científicos que están afuera”, subraya.

El ingeniero advierte que una herramienta adecuada para que el campeón genere puentes de colaboración hacia el exterior –con instituciones académicas que pudieran contribuir al desarrollo de la empresa– son los programas de vinculación, los cuales pueden desembocar en el desarrollo de proyectos específicos.

“Tuve el gusto de emprender varios programas de vinculación escuela-industria... y, en los últimos 15 años, la forma más efectiva que he encontrado para propiciar este acercamiento fue llevar a los alumnos de posgrado a los laboratorios de la empresa, para que realizaran ahí trabajos de investigación; esto crea una sinergia extraordinariamente rica entre la actividad científica de las empresas y de las universidades, así como un clima de confianza para acometer proyectos específicos de interés industrial y académico”.

CAMPEÓN CONSCIENTE
El ingeniero Rodríguezseñala que si bien es cierto que la contratación de personal de alto nivel es uno de los factores clave para desencadenar el proceso de innovación avanzada, también lo es que mucho antes de dar ese paso, resulta fundamental que el campeón realice un ejercicio de reflexión: cuestionarse sobre la necesidad de abrirse o no a la investigación y desarrollo científico.

“Un requerimiento previoradica en saber si el campeón percibe la necesidad de que la empresa se involucre de lleno en investigación y desarrollo; si la respuesta es no, la siguiente pregunta sería: qué tan consciente está ese campeón del estado tecnológico de la empresa, del rol que juega la tecnología en su actividad empresarial”

“Si no está consciente, lo primero que le sugeriría es: analiza tu tecnología, ¿la utilizas como deberías?; profundiza en el know how, qué pasa si algo se mueve, ¿tienes capacidad de reacción o no?, tu gente, ¿sabe cómo actuar ante ese organismo vivo que es la tecnología?; si no sabe, debes trabajar para que tu gente asimile y entienda bien lo que debe hacer y,una vez ahí analiza las posibilidades de mejorar, aunque sean mejoras pequeñas; no necesita uno mucho tiempo en ese proceso (de análisis) para darse cuenta de que en este mundo tan ferozmente competitivo es necesario ir más lejos y llegar a la investigación y desarrollo...”

APROVECHAR EL TALENTO
Una vez que el campeón se ha percatado de la necesidad de involucrar al personal de alto nivel en la empresa, y de apostar por la innovación tecnológica avanzada, lo siguiente es trazar una secuencia virtuosa de trabajo.

Esta secuencia, explica el ingeniero, consta de tres pasos fundamentales: “uno, partir de una idea general de dónde se quiere explorar oportunidades, para entonces traer a la gente con competencias avanzadas en ese campo; dos, enfocarse en el desarrollo de las habilidades medulares: en qué queremos ser buenos y; tres, ligar los esfuerzos de innovación a los requerimientos del mercado, es decir, trabajar en soluciones a problemas reales; no en soluciones para problemas que no existen, utopías”.

“Este es un punto crucial que exige una gran sensibilidad del personal que está en contacto directo con el mercado, pues muchos de los grupos comerciales de las empresas sencillamente no saben cómo hacerlo, es todo un reto”, enfatiza.

Respecto al último punto, el ingeniero Rodríguez Sánchez precisa que aun cuando en las empresas los esfuerzos en investigación y desarrollo deben estar basados en el jalón de la demanda, antes que pensar en proyectos impulsados por la oferta, nunca debe descartarse esta última posibilidad, pues en el mundo de la ciencia y la tecnología la serendipia es una constante.

“Hay un término muy famoso en el ámbito de la ciencia y el desarrollo: serendipity, que implica encontrar algo cuando en realidad buscabas otra cosa, pero para que esto ocurra primero debes buscar, y para buscar debes tener una primera idea de aquello que deseas encontrar, esa es la secuencia virtuosa.”

Entrevista

LEOPOLDO ENRIQUE RODRÍGUEZ SÁNCHEZ

Es ingeniero químico por la Escuela de Ciencias Químicas (actual Facultad de Química) de la UNAM.

Actualmente es Vicepresidente Técnico de la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico, A. C. (ADIAT), y ocupa también la presidencia del Consejo de Gobierno de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC)

De 1979 a 2003, fue director de diversos negocios y funciones, incluyendo la de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Industrias Resistol, S. A. de C. V. (después GIRSA, S. A. de C. V.) y posteriormente, en Grupo DESC, donde consolidó el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico (CID).

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