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JOSÉ LUIS OLÍN

ENTREVISTA
ELECTROMAGNETISMO, TODO ESTÁ POR HACERSE

Hace diez años Luis Enrique Cañedo Dorantes comenzó a trabajar sobre los campos electromagnéticos y sus efectos en el ser humano. En aquel momento él no estaba convencido de que su investigación pudiera tener alguna utilidad, pero hoy su opinión es totalmente opuesta, pues cree que esta fuente de energía podría resolver en el futuro, muchos problemas de salud en el ser humano.

Gracias a su trabajo en el estudio de los campos electromagnéticos, el doctor ha creado un tratamiento para aliviar las heridas crónicas, basado en la activación
del sistema inmune mediante frecuencias electromagnéticas específicamente configuradas.

Una herida crónica, explica el doctor Cañedo Dorantes, es aquella que no cicatriza tras un periodo de tres semanas, lapso que normalmente tarda la piel en regenerarse. Las heridas crónicas más frecuentes, según el especialista, son las úlceras crónicas de miembros inferiores de origen arterial o venoso, las primeras son ocasionadas por la falta de flujo arterial
a una región de la piel, lo que produce necrosis del tejido. Las segundas se producen por la falta de un retorno venoso adecuado: "otras más son las úlceras de presión que se presentan en personas inmobilizadas como consecuencia de permanecer en cama o una silla de ruedas durante largos periodos de tiempo y ocurren en aquellas zonas del cuerpo en donde existen prominencias óseas. Otras úlceras más raras se presentan en algunas enfermedades autoinmunes y en el cáncer."

Para explicar cómo los campos electromagnéticos favorecen la cicatrización de las heridas crónicas, el doctor Luis Cañedo Dorantes lo hace en términos de hipótesis pues aún no conoce con exactitud los mecanismos de acción involucrados en el proceso.

“El tratamiento que hemos utilizado consiste en la aplicación de campos electromagnéticos sobre el cuerpo, pero en sitios lejanos a la úlcera. El mecanismo fino de lo que ocurre en el lugar de la herida todavía no se conoce, pero nuestra hipótesis señala que dichos campos estimulan a las células mononucleares periféricas, las cuales viajan a través del torrente sanguíneo al sitio de la herida, donde activan la reparación de la misma”, comenta.

El hecho de no conocer todavía con precisión cómo las frecuencias electromagnéticas ayudan al proceso de cicatrización de las heridas crónicas no es algo que reste mérito a su investigación, pues en ciencia es frecuente
que esto suceda, ”por ejemplo, la penicilina fue descubierta en 1939, y su mecanismo de acción se conoció 20 años después. Este campo –el del bioelectromagnetismo– es nuevo y se encuentra en expansión.”

La teoría del doctor está respaldada por numerosos estudios que documentan la interacción de los campos electromagnéticos con los sistemas vivos como el aumento del influjo de calcio al interior de las células, lo cual favorece la activación de ciertos genes, como los de las interlucinas y factores de crecimiento, algunos de ellos con propiedades angiogénicas, es decir, son capaces de generar nuevos vasos sanguíneos.

Respecto a este tratamiento, el investigador de la División de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, advierte que no todos los pacientes son candidatos al uso de frecuencias electromagnéticas, pues éstas sólo han mostrado resultados en el caso de heridas crónicas de origen vascular y decúbito preferentemente en etapas tempranas de formación, es decir, aquellas que no rebasan los seis meses de estar abiertas.

La efectividad de las frecuencias electromagnéticas en el tratamiento de las heridas crónicas está siendo estudiada In vitro y en modelos animales de angiogénesis, así como en estudios clínicos controlados que están en marcha.

Uno de ellos se lleva acabo en el Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en donde se utilizan equipos placebo para la aplicación de la terapia; el objetivo del análisis será medir los efectos de las frecuencias electromagnéticas en las úlceras de tipo venoso. Se espera que este estudio quede concluido en 2006.

El investigador resaltóla importancia de su proyecto toda vez que en nuestro país más de 600 mil personas viven con algún tipo de herida crónica, esto sin contar a los pacientes con hospitalización prolongada y parapléjicos que presentan también úlceras de decúbito.

PUENTES ENTRE LA ACADEMIA Y LAS EMPRESAS
El doctor habla sobre la importancia de tender puentes entre la academia y el sector empresarial para que investigaciones con resultados concretos pue-dan incentivar la creación de nuevos negocios que permitan al país elevar su competitividad.

“En México falta construir el puente entre la academia y las empresas; y para crearlo es necesario educar y hacer conciencia entre los empresarios y los inversionistas de que los negocios basados en tecnología son un motor importante para el país; y por otra parte, hay que motivar a los investigadores para que algunos de ellos orienten su trabajo a resolver necesidades bien identificadas. En México hay una gran capacidad y creatividad en los científicos, pero la creatividad debe conectarse con el mundo de las empresas”, advierte.

En este sentido, calificó como valioso el esfuerzo realizado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para impulsar la creación de negocios basados en la explotación de desarrollos científicos o tecnológicos, a través de programas como AVANCE, al mismo tiempo que estimó errónea la idea de que el organismo, con este tipo de programas favorezca a las empresas por encima del desarrollo científico.

“Pienso que el Conacyt ha asumido durante este sexenio algo que no tenía precedente en nuestro país, que es un enfoque para tratar de aprovechar los recursos dentro de las universidades y centros de investigación y transformarlos en negocios productivos que permitan a México ser competitivo ante el fenómeno de la globalización. Para ello se requiere definir el potencial que una innovación tiene como un negocio, ver si hay un mercado, si el producto es técnicamente adecuado, en fin, una serie de pasos que el Consejo tiene muy bien definidos en AVANCE”.

“Es indudable cómo la investigación científica ha definido el concepto actual de la biología y del universo. El descubrimiento de las leyes que gobiernan los sistemas reales, le permite al hombre no sólo describir, sino predecir los fenómenos del mundo real. Esta capacidad, ha trasformado a la ciencia en una importante fuerza social y cultural que dirige el destino de nuestras sociedades. Es imperativo que los científicos mexicanos participemos activamente en esta dinámica para aprovechar los recursos de investigación que tenemos”, finalizó.

 

Entrevista

DOCTOR LUIS ENRIQUE ALBERTO CAÑEDO DORANTES

Grado académico:
Médico cirujano egresado de la UNAM, donde posteriormente realizó un doctorado en bioquímica. Cuenta con un posdoctorado en biología molecular por la UCLA.

Línea de Investigación:
Actualmente es profesor investigador en la División de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III.

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