“Los investigadores no podemos modificar las condiciones que favorecen la cisticercosis, pero podemos encontrar soluciones”

La cisticercosis es uno de los padecimientos claramente asociado a las enormes diferencias socioeconómicas que imperan en los países llamados eufemísticamente en desarrollo, comenta la doctora Edda Sciutto, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.

Esta enfermedad es causada por el parásito Taenia solium, que frecuentemente afecta la salud del hombre y la de los cerdos criados en condiciones no tecnificadas. En el ser humano el cisticerco —estado larvario del Taenia solium— se aloja en el sistema nervioso central y causa un padecimiento conocido como neurocisticercosis.

“Cuando se ingiere carne con cisticercos, mal cocida, éstos pueden desarrollarse en el intestino delgado y transformarse en la fase adulta del parásito: la tenia, comúnmente conocida como solitaria. La tenia produce miles de huevos que se eliminan en las heces del individuo teniásico y contaminan el medio ambiente. Cada huevo puede transformarse en cisticerco, cuyo ciclo se completa al ser ingerido por el cerdo o el hombre”, explica Edda Sciutto, quien ha trabajado 20 años en la investigación de este parásito y sus efectos en la salud del hombre y de los cerdos.

Edda Sciutto recuerda el inicio de su carrera en el Departamento de Química Cuantitativa de la Universidad de Rosario, Argentina, donde los fenómenos químicos le parecían mágicos. Su inclinación por el conocimiento biológico se debió a la influencia de una tía médica, una mujer muy interesada en la salud humana. Más tarde, la motivó la relación del organismo con su entorno, las reglas de convivencia establecidas entre el organismo y sus potenciales agresores externos: la inmunología.

En 1982, la doctora Sciutto se trasladó a México por motivos familiares y encontró una línea de investigación común con el doctor Carlos Larralde del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. Ambos se preguntaban cómo los anticuerpos, moléculas claves en el fenómeno inmunológico, pueden asociarse al antígeno – componente de un organismo capaz de inducir a una respuesta.

Su gran sentido de compromiso social la condujo a buscar la manera en que podría disminuir la desigualdad existente en nuestra sociedad, realidad, en su opinión, casi imposible de cambiar. Fue así como la doctora Sciutto inició su investigación en enfermedades parasitarias, motivada también por otros investigadores de su propio instituto, quienes trataban de comprender las bases de enfermedades como la tuberculosis, la lepra, la toxoplasmosis, el chagas y la cisticercosis.

Como resultado de sus investigaciones, en los últimos veinte años, la doctora Sciutto ha promovido la consolidación de un equipo multidisciplinario de investigación, ha elaborado diferentes vacunas preventivas, entre ellas la S3Pvac, la cual ha sido probada en varias poblaciones del estado de Puebla y Morelos, demostrando tener alta capacidad protectora contra la cisticercosis en los cerdos criados rústicamente. “Las circunstancias me ofrecieron una pequeña ventana en la cual creo poder realizar alguna aportación que incida en esta realidad…, pues esas cosas pasan porque la gente no tiene dinero, no porque no quieran hacerlo mejor”.