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Julio-agosto 2011
Hélix
Entrevista

LOURDES A. BAÑUELOS

RICARDO BARRÓN FERNÁNDEZ
Formación de investigador: proceso a largo plazo

Entrevista

Foto: Miguel Valle Pérez

Ricardo Barrón Fernández (Ciudad de México, 1958) cursó la carrera de matemático en la Facultad de Ciencias-UNAM, y el doctorado en Ciencias de la Computación en el CIC-IPN. Su interés en investigación son las matemáticas computacionales y las aplicaciones de la inteligencia artificial. Actualmente trabaja en el Laboratorio de Inteligencia Artificial del mismo CIC y es miembro del SNI nivel I.

Con varios libros bajo el brazo, Ricardo Barrón camina alrededor de la fuente de Prometeo y Quetzalcóatl de la Facultad de Ciencias-UNAM. Toca, con la mirada, el arco que representa el fuego eterno, y es esa evocación de su época estudiantil la que da color a esta conversación sobre su quehacer actual y su perspectiva de la ciencia.

Barrón es matemático, practicante de la observación y aficionado a la lectura y el cine, desde que era alumno de la Facultad de Ciencias, en cuya famosa fuente de Quetzalcóatl y Prometeo solía sentarse a esperar que empezara el Laboratorio de Física de las 7 de la mañana. "La figura de Prometeo siempre me ha resultado atractiva porque representa una forma específica de ver el conocimiento, una actitud: poner la ciencia y la tecnología al servicio de los mortales" nos dice Ricardo Barrón Fernández, doctor en Ciencias de la Computación.

¿QUÉ ES LA MATEMÁTICA?
"Las matemáticas pueden ser muchas cosas –expone Ricardo Barrón–; en mi definición personal, un arte marcial donde se dan golpes de atención a un problema, y para ello se debe ejercitar la observación: clave para desenredar nudos o problemas matemáticos. Lamentablemente, no es bien vista en nuestra sociedad, por lo general provoca rechazo, y está asociada con gente inadaptada. En México tenemos, además, el problema de que quienes enseñan las matemáticas en las escuelas muchas veces ni siquiera las comprenden.

El reto de los quehacemos investigación es acercarnos a los educadores de las nuevas generaciones, para brindarles apoyo". Para el también maestro en Ciencias de la Computación es importante tomar en serio la capacidad de entendimiento de niños y jóvenes, y motivar su curiosidad, ingrediente indispensable para hacer ciencia.

"Yo siempre he sido muy curioso. Cuando era pequeño, mi hermano me contó que nosotros estábamos formados de células y las dibujó. Tal idea me impactó tanto que a partir de entonces quise entender eso y mucho más. La curiosidad es natural y creo que, si se combina con influencias clave, se logra despertar una vocación de investigador. Por ello es fundamental la detección de talentos a una edad temprana, 14 o 15 años, y darle seguimiento. Es entonces cuando se debe captar gente hacia la investigación, ya que la formación de un investigador científico es un proceso a largo plazo, por lo que convendría ampliar su vida útil dos o tres décadas. También sería bueno que el SNI tuviera una categoría 'juvenil' de menores de 30 años, que fuera contemplada para recibir estímulos. El beneficio social sería mucho mayor", declara.

MATEMÁTICAS: IMAGINACIÓN Y APLICACIONES
"La imaginación es una herramienta del investigador y con ella va construyendo las soluciones que sueña", explica Ricardo Barrón y agrega que, aunque a veces los sueños no se cristalizan tal como fueron concebidos, un pequeño sueño que sí se ha alcanzado en su área es, por ejemplo, la creación del correo electrónico.

Otro caso es la web, que se vendía como la utopía de tener acceso libre a todos los conocimientos, ya que uno de sus primeros usos era académico; ahora vemos que también es comercial y de interacción social".

Un gran sueño relacionado con las computadoras es que logren emular el funcionamiento del cuerpo humano. "Ni siquiera sabemos bien cómo funciona, por lo que sigue siendo muy difícil imitarlo, aunque se ha logrado hacerlo parcialmente. El ser humano continúa siendo un gran misterio, así como lo es la Naturaleza. De hecho, la máquina que más valoro es el cuerpo humano y siempre le daré preferencia. Debo confesar que en mi época de matemático 'puro' odiaba las máquinas y, aunque conservo cierta resistencia a usarlas, reconozco su importancia, ya que yo mismo he diseñado algunas.

"Creo que lo mejor es buscar el equilibrio entre lo abstracto y lo concreto –dice convencido, y continúa– por eso es que del conocimiento tan abstracto pasé a la búsqueda de aplicaciones y encontré que era en el IPN donde yo podría desarrollarlas; de hecho, hice mi tesis (de licenciatura) con un ingeniero politécnico. Ahí fue mi primer contacto con la computación, que se volvió mi área de especialidad: me fui a hacer la maestría en Ingeniería de cómputo. El Poli es mi casa actual, donde me siento a gusto y he podido crecer", nos cuenta quien ha tenido las jefaturas de los departamentos de Sistemas Digitales y de Matemáticas Aplicadas; así como de los laboratorios de Sistemas en Tiempo Real y de Inteligencia Artificial, del CIC (Centro de Investigación en Computación). "Para mí las ciencias de la computación son una aplicación de las matemáticas", aclara el doctor Barrón.

Creatividad y conocimiento
"Todos los días hago actos de creatividad: cuando estoy dando clases, y cuando abordo una situación cotidiana de trabajo, […] la creatividad sirve para ver las cosas desde otros ángulos, es un recurso valioso, un ingrediente de primera necesidad para crear ideas". En la práctica, las ideas van descendiendo en niveles de abstracción, y es el investigador quien las aterriza y les da seguimiento.

"Actualmente, participo en un proyecto conjunto con el INAOE y el IMP para hacer una estimación de la capacidad de producción de petróleo. Específicamente, estoy trabajando un módulo de aplicación de ondeletas para la extracción de parámetros. Las ondeletas son una técnica de procesamiento de señales más fina que la clásica, como la de Fourier, que es la usual para estudiar cómo se comporta una señal. Otros de los proyectos en los que estoy trabajando son la visualización científica y la comunicación por línea de energía". Sobre proyectos a futuro, nos comparte: "estoy empezando a trabajar teoría de juegos evolutivos y metaheurísticas. Es decir, utilizar estos temas como estrategia general de solución de problemas. Usar esta capacidad de poder pasar de un área a otra a partir de los principios fundamentales para resolver cierto tipo de problemas", explica el doctor Barrón.

Y nos confiesa: "mi sueño individual sería investigar los aspectos avanzados de matemáticas del México antiguo, por lo menos algunos operadores complejos que aplicaban en astronomía. Y mi sueño profesional, resolver la conjetura de Goldbach".

"La matemática no es una ciencia exacta y aún hay mucho por descubrir. Ese es el reto que nutre a los investigadores y nos hace seguir aquí. A mí me ha servido para templar el espíritu. Es un ejercicio constante de introspección, una invitación a observar cuidadosamente un problema matemático", nos dice el doctor Barrón.

"La cultura y la investigación tecnológica deben fusionarse en el quehacer científico, por ello no acepto que un investigador de alto nivel no tenga cultura. Si uno se maneja en el plano de las ideas, necesita tomar información de muchas áreas, no sólo de su especialidad", concluye Ricardo Barrón, al pasar de regreso junto a la emblemática fuente con figuras míticas de dos grandes culturas: Prometeo y Quetzalcóatl.

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