Los efectos devastadores del gran tsunami que arrasó las costas del océano Índico el pasado 26 de diciembre, difícilmente podrán cuantificarse. Sin embargo, el Banco Asiático de Desarrollo, ha señalado que se requieren al menos 5 mil 250 millones de dólares para financiar la reconstrucción de cuatro de los países más afectados por el maremoto: India, Indonesia, Maldivas y Sri Lanka.
Esta cantidad, sin duda resolverá lo más urgente, pero ¿qué tan amplia debe ser la asistencia para hablar de un verdadero reestablecimiento social y humano? En el caso de México, a prácticamente 20 años de los sismos de 1985, los especialistas han desarrollado metodologías de análisis para medir los daños y así poder reducirlos.
Esta edición dedica sus páginas centrales al tema desastres naturales, iniciando con la relación entre la peligrosidad del fenómeno rales, rales natural y la vulnerabilidad de la sociedad expuesta a su acción, punto medular según la visión de Daniel Geissert Kientz. Continúa Juan Manuel Torres Rojo explicando cómo la identificación de las consecuencias económicas de un desastre es el primer paso para enfrentar de manera eficiente el proceso de recuperación de un país. De las personas y las implicaciones psicológicas, se ocupa Ana María Zellhuber Pérez, advirtiendo que la resolución inadecuada de una crisis puede conducir a un deterioro psicológico severo. Finalmente, Sergio Alcocer M., Mario Ordaz S. y David Murià V. plantean la urgente necesidad de establecer en México estrategias coordinadas entre los sectores público, privado y académico, para desarrollar un círculo virtuoso, compuesto por los siguientes elementos: investigación – desarrollo – innovación – prevención.
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