Ello se puso de manifiesto sobre todo cuando el físico y Premio Nobel estadounidense Luis Álvarez y su hijo, el geólogo Walter Álvarez, postularon la hipótesis de que la extinción de los dinosaurios se debía al choque de un cometa o asteroide de grandes dimensiones, contra la Tierra, que muy probablemente cayó hace unos 62 millones de años en la actual localidad costera de Chicxulub, en la península de Yucatán, causando una catástrofe ecológica responsable de la extinción de multitud de especies en mar y tierra y, por supuesto, la formación de un gigantesco cráter.
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noviembre-diciembre de 2004|