Los neonicotinoides son insecticidas con una composición similar a la nicotina y actúan en los receptores nicotínicos del sistema nervioso central de los insectos, donde sustituyen la acetilcolina, uno de los neurotransmisores involucrado en la transmisión de la información entre las neuronas. La presencia del neonicotinoide ocasiona una activación irreversible de los receptores nicotínicos, lo que conduce a una sobreexcitación de las neuronas, y ocasiona la muerte del insecto. Actualmente, los neonicotinoides son de los insecticidas más usados en el mundo, con varios propósitos: en cultivos agrícolas (para evitar plagas a las plantas), en actividades veterinarias y como insecticidas para casa y jardín. En su uso agrícola, se emplea en una gran diversidad de hortalizas, frutas y cereales, entre los que se encuentran los principales cultivos en el ámbito mundial, como la caña de azúcar, el maíz, el arroz y el sorgo.
Los insecticidas mencionados son incorporados en todos los tejidos de la planta, conforme ésta va creciendo, por lo que al estar presentes en hojas, raíces, tallos, flores y frutos, afectan a los insectos succionadores, masticadores y a los polinizadores.
Las abejas se contaminan de neonicotinoides, principalmente en forma indirecta, al consumir el polen y néctar de las flores de las plantas tratadas con neonicotinoides, práctica que, en dosis muy bajas, no conduce a muerte instantánea; sin embargo, provoca efectos subletales que pueden dar como resultado un deterioro de la capacidad de las abejas para hibernar y realizar sus trabajos normales.

Abejorro Bombus medius sobre flor compuesta. (Foto: Carlos H. Vergara B.
Asimismo, los neonicotinoides pueden afectar a las abejas silvestres, no únicamente porque éstas se alimentan de los cultivos tratados, sino porque dichos compuestos pueden llegar a los suelos y los cuerpos de agua, de donde están en posibilidad de ser incorporados a los cultivos adyacentes. Sin embargo, los efectos adversos de los neonicotinoides en estas poblaciones de abejas son desconocidos, debido a la falta de un monitoreo sistemático.