
A continuación, describiremos los efectos de algunas de ellas.
Nanopartículas de dióxido de silicón
Tienen efectos sobre la germinación, dependiendo de la concentración aplicada. Una baja concentración mejora la germinación de semillas de tomate y maíz; al parecer, debido a que incrementa la absorción de nutrientes por las semillas. En algunas plantas se activa el crecimiento, lo que incluye altura y longitud de la raíz, además de inducir la síntesis de clorofila; incluso, puede mejorar la tolerancia a altas concentraciones de salinidad debido a la acumulación de aminoácidos y enzimas antioxidantes.
Nanopartículas de óxido de zinc
Bajas concentraciones benefician la germinación en semillas de cacahuate, frijol soya, trigo y cebolla; sin embargo, altas concentraciones la disminuyen, por lo tanto, su efecto depende de la concentración aplicada; además, éste varía de una planta a otra, porque estas nanopartículas han sido aplicadas también en semillas de pepino, alfalfa y tomate, pero sólo incrementaron la germinación en semillas de pepino. Además, se ha observado que las plántulas las absorben por la raíz y promueven su aumento en cuanto a longitud y peso (biomasa), además de acrecentar el tamaño del brote.Nanotubos de carbón
Éstos tienen gran importancia, debido a sus propiedades mecánicas, eléctricas y térmicas únicas, aunque existe poca información sobre su efecto en células vegetales y el metabolismo de éstas. Debido a sus propiedades, pueden penetrar la pared y la membrana celular, por ello logran funcionar como un sistema para la liberación de compuestos químicos al interior de la célula. Por otro lado, mejoran la eficiencia en la toma de calcio y hierro, lo que conduce a un incremento en la germinación, así como en el crecimiento y desarrollo vegetal. Asimismo, estimulan la producción de las proteínas que forman canales para transportar agua al interior de la célula en frijol soya, maíz y cebada. En algunas plantas, además, regulan la floración y la producción de frutos.
Nanopartículas de oro
Existe poca información sobre su interacción con las plantas. Algunas investigaciones dan cuenta del surgimiento de un efecto tóxico en ellas, porque las nanopartículas inhiben el desarrollo de un grupo de proteínas que ayudan en el transporte de moléculas a través de la membrana de la célula; sin embargo, se ha documentado que mejoran la germinación en lechuga y pepino. En algunas plantas se incrementa el número de hojas, el peso de la planta, el contenido de clorofila y de azúcares, lo que conduce a una mejor productividad de las plantas.
Toxicidad de las nanopartículas en las plantas
Si bien las nanopartículas llegan utilizarse en la agricultura, algunos estudios demuestran que pueden causar toxicidad en las plantas; dentro de los efectos tóxicos observados está la disminución en: crecimiento, biomasa, producción y calidad de los granos.
Los mecanismos de esta toxicidad pueden deberse a su liberación en el suelo o a su contacto con las plantas. En el suelo, las nanopartículas pueden alterar los ciclos biológicos de las comunidades de microorganismos que viven ahí, por su interacción con ellos, lo cual puede afectar indirectamente el crecimiento de las plantas. En las plantas, las nanopartículas pueden dañar su material genético (lo que conocemos como genotoxicidad), alterar el proceso de asimilación de minerales y generar moléculas tóxicas derivadas del oxígeno, lo cual, a su vez, puede reducir el proceso de fotosíntesis y, consecuentemente, disminuir el crecimiento y la biomasa.