
Científicos españoles de la Universidad de Oviedo y del Instituto de Astrofísica de Canarias descubrieron, con la ayuda del telescopio espacial Kepler, un exoplaneta del tipo supertierra que es 2.1 veces mayor que el radio de la Tierra. Se encuentra fuera de nuestro Sistema Solar, en la constelación de Libra, a unos 244 años luz.
Cuando un conjunto de computadoras o celulares transfieren información al mismo tiempo a través de una red es común que se produzca una colisión entre los paquetes de datos que se están transmitiendo, lo que impide la recepción de éstos en los dispositivos. Para resolver este problema, científicos japoneses de la Universidad de Tsukuba diseñaron un modelo matemático a partir de los sonidos que emiten los anfibios.
Lo que se busca es evitar los errores de transmisión de datos entre los dispositivos que se conectan a una misma red. Según Ikkyu Aihara, tras estudiar el “croac” de cuatro grupos de tres ranas macho encontraron que estos animales son capaces de controlar los intervalos de sus llamadas evitando solaparse entre ellos, en una escala muy corta de tiempo; por otro lado, en un plazo más largo sincronizan colectivamente sus cantos o pasan a un estado de silencio.
Científicos del Imperial Collage de Londres, dirigidos por el doctor Ben Almquist, crearon una molécula que impulsa la reparación natural del cuerpo. Debido a que el proceso de reparación de tejidos cambia con el tiempo, es importante buscar materiales que interactúen con éstos para producir la curación.
Cuando ocurre una lesión, las células se “arrastran” a través de los andamios de colágeno de las heridas; al tirar de éstos se activan las proteínas curativas para reparar el tejido. El equipo desarrolló este método natural con las moléculas artificiales denominadas TRAP (traction force-activated payloads, por sus siglas en inglés, o carga útil activada por fuerza de tracción).