FIGURA 1. Hormiga tortuga Cephalotes varians

Se calcula que entre 80 y 90% de los animales conocidos, hasta el momento, pertenecen al phylum Arthropoda, el cual apareció en la Tierra hace más de 400 millones de años. Es uno de los grupos más numerosos y diversos del planeta, pues cuenta con alrededor de 1’200,000 especies.
Los artrópodos se caracterizan por presentar apéndices articulados y un cuerpo segmentado cubierto de un exoesqueleto de quitina que les sirve de protección y apoyo. Durante su crecimiento, son capaces de cambiar el exoesqueleto viejo por uno nuevo, lo que se conoce como muda, rasgo distintivo del grupo.
A pesar de tener varias características en común, los artrópodos son muy diferentes entre sí y, a lo largo de miles de años de evolución, han desarrollado adaptaciones que les han permitido colonizar exitosamente todos los ambientes del planeta, pues es posible encontrarlos en aire, tierra, mar y en los cuerpos de agua dulce. Estos animales han sido clasificados en cuatro grandes grupos: insectos (abejas, avispas, hormigas, grillos, mariposas, polillas, moscas, mosquitos, chinches, escarabajos), arácnidos (todas las arañas, garrapatas, escorpiones y ácaros), crustáceos (langostas, camarones, cangrejos y langostinos) y miriápodos (como los ciempiés y milpiés).
El escarabajo Stenocara gracilipes habita el desierto de Namibia, en la costa occidental de África, sitio que alcanza los 45 °C de temperatura durante el día y donde casi no llueve; sin embargo, al estar junto al mar, recibe los vientos y la brisa que llegan de la costa. FIGURA 2. Escarabajo Stenocara gracilipes
Dos zoólogos de la Universidad de Cambridge, Reino Unido,2 descubrieron hace poco que el insecto Issus coleoptratus, del grupo de los hemípteros,I conocidos comúnmente como chupadores de savia —por presentar un aparato bucal con el cual succionan los fluidos de las plantas— tiene una adaptación de escape nunca antes descrita.
FIGURA 3. Hemíptero Issus coleoptratus
Aunque la transformación de la luz solar en energía asimilable está perfectamente caracterizada en plantas y en otros organismos, como algas y bacterias, hasta el momento el único animal conocido capaz de aprovechar la energía solar para desarrollar sus actividades metabólicas es la avispa Vespa orientalis, que vive, principalmente, en nidos subterráneos. Este organismo es originario del suroeste de Asia, noreste de África, Madagascar y algunas regiones del sur de Europa y, posteriormente, fue introducido a México. AVISPA. Vespa orientalis
FIGURA 4. Araña Argyroneta aquatica
FIGURA 5. Camarón pistola.
FIGURA 6. Milpiés bioluminiscente del género Motyxia.
Aunque la bioluminiscencia ha sido asociada con diversas funciones —como reconocimiento de pareja, atracción de presas, camuflaje y coloración de advertencia—, hasta hace poco tiempo no se tenía muy claro cuál era su significado biológico en estos milpiés. Al respecto, científicos de la Universidad de Arizona6 realizaron un experimento en el que un grupo de milpiés bioluminiscentes fue expuesto a condiciones naturales de depredación. Una mitad funcionó como grupo de controlII y la otra fue coloreada con una pintura que ocultaba su bioluminiscencia. El experimento incluyó dos tratamientos más con milpiés artificiales elaborados con arcilla: a una mitad le fue aplicada la pintura mencionada y, al resto, un pigmento luminiscente.
Los investigadores encontraron que tanto los milpiés vivos con bioluminiscencia, como los modelos capaces de expresarla fueron atacados menos que los no bioluminiscentes; lo cual confirma que, en estos miriápodos, la bioluminiscencia funciona como una señal de advertencia para los depredadores nocturnos sobre la toxicidad de la presa.
Estas breves historias muestran cómo, en la lucha por la sobrevivencia, los artrópodos han superado los desafíos impuestos por los ambientes más extremos. Gracias a las más extraordinarias adaptaciones, estos animales han logrado, entre muchas otras funciones vitales, proteger sus nidos, aprovechar la humedad ambiental en su beneficio, desplazarse ágilmente, transformar la luz solar en energía asimilable, respirar bajo el agua, cazar a través de sofisticados mecanismos y evitar la depredación. En un concurso de supervivencia, podrían llevarse el campeonato. ¿No lo creen?
Es Doctora en Ciencias por la UNAM y docente en la Facultad de Ciencias-UNAM. Es miembro del SNI y su área de estudio es la Ecología evolutiva de la reproducción en plantas y las interacciones planta-animal; en particular, la polinización.
Es investigador titular en el Instituto de Ecología-UNAM. Se especializa en la evolución de las interacciones bióticas, el estudio de las adaptaciones y la selección natural. Es miembro del SNI y Presidente del Consejo Nacional de Áreas Naturales Protegidas, SEMARNAT.