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Noviembre-Diciembre 2013
Hélix
 
 
Entrevista LOURDES ARENAS B.

ENTREVISTA CON guillermo fernÁndez de la garza, DIRECTOR EJECUTIVO DE LA FUNDACIÓN MÉXICO-ESTADOS UNIDOS PARA LA CIENCIA
Innovar la relación entre ciencia y sociedad, el reto

Entrevista

Guillermo Fernández (1942) es ingeniero mecánico electricista y físico (UNAM) y Maestro en Ingeniería de Sistemas Económicos (Universidad de Stanford). Cursó el programa de Alta Dirección del IPADE (Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas). Ha colaborado, entre otras instituciones, en CFE, en el Instituto de Investigaciones Eléctricas y, desde 2012, en la Dirección Ejecutiva de Fumec. En 2008 recibió el Premio Purkwa, otorgado por la Academia de Ciencias de Francia.

La alfabetización científica infantil y la creación de una cultura de la innovación tecnológica son dos de los diversos temas que Guillermo Fernández de la Garza ha abordado desde hace muchos años. Hoy, como director ejecutivo de Fumec, combina de un modo fascinante su actitud científica con su amplio conocimiento de los sectores académico y empresarial.

A propósito de las primeras dos décadas de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia, su director ejecutivo, el ingeniero Fernández de la Garza, señala que “es esencial contar con una educación en temas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, que pueda contribuir sobre todo a la innovación y a la competitividad de un país, si se quiere tener una posición competitiva a nivel regional. Fumec surgió durante las discusiones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte —gracias al impulso del congresista George Brown, y al apoyo decidido de la Universidad de California—, con el propósito de investigar, entre otras cosas, qué papel podrían jugar las universidades para impulsar la lucha por la eficiencia de las empresas. Esto dio lugar a programas como TechPYME y TechBA, aún vigentes, a través de los cuales las empresas mexicanas con bases tecnológicas reciben lo necesario para lograr un crecimiento más rápido y una posición competitiva más amplia que les permitan participar en las cadenas productivas trinacionales”.

“La Fundación no sólo tiene como propósito apoyar proyectos binacionales, sino que también busca impulsar una nueva interacción en educación, ciencia y tecnología que realmente contribuya a la competitividad y la mejora en la capacidad de producción de México y Estados Unidos”, explica.

Investigar, educar, innovar
Una de las labores de Fumec es realizar estudios y análisis de las agendas estatales sobre innovación para desarrollar un punto de apoyo: “También buscamos identificar áreas en donde la Fundación pueda servir de catalizador, de generador de nuevas iniciativas y de proyectos que demuestren cómo se puede aprovechar la cooperación binacional. Nuestro enfoque parte del reconocimiento de que hay muchas limitaciones en la forma de operar de los grupos de investigación y de las mismas empresas que condicionan esa vinculación, por ello hemos buscado los mejores modelos y experiencias que pudieran ser útiles para México”, declara Fernández.

De igual importancia en su trabajo es la formación de emprendedores y la actualización de quienes están involucrados en los programas de ciencia y tecnología, y de innovación. “Hay que ayudar a formar a quienes están en los consejos de ciencia y tecnología, en las oficinas de transferencia tecnológica, en las universidades diseñando políticas y estrategias, a los que están evaluando sistemas de ciencia y tecnología”, asegura quien fuera director adjunto de Conacyt en los años setentas.

En materia de educación, “la Fumec da un gran soporte a Innovec (Innovación en la Enseñanza de la Ciencia), —creado en 2002—, el cual promueve el uso de los Sistemas de Enseñanza Vivencial e Indagatoria de la Ciencia entre los profesores de educación básica que enseñan en escuelas públicas de México”, apunta Guillermo Fernández, con lo cual se busca fortalecer en los niños la seguridad en su capacidad de aprendizaje, así como fomentarles habilidades de pensamiento científico esenciales para entender, profundizar y dominar esta avalancha de información que reciben constantemente. La SEP brinda un apoyo fundamental, ya que facilita la interacción de Innovec con los gobiernos, empresarios y alianzas internacionales. Existe otro programa semejante enfocado a la educación media superior para formar jóvenes con bases sólidas y motivación para entrar a las carreras de ingeniería y de ciencias”. En este punto, Fernández de la Garza aclara que otros temas determinantes son la formación de ingenieros y científicos, así como la vinculación universidad-empresas.

El impacto de la ciencia y la tecnología en el desarrollo
El también fundador de la Revista Chispa —proyecto emblemático de divulgación científica para niños en los años ochentas— afirma: “Mi estrategia ha sido identificar las cosas que de veras son trascendentes, como formar a los niños dentro de esta visión de lo que significan la ciencia, la tecnología, la innovación, y concentrarse en desarrollar las capacidades para ello. Lo que hacemos es educación para la innovación”.

“Para generar acciones debemos tener mucha comunicación en todos los niveles, y gracias a ésta logramos que Conacyt, la Secretaría de Economía y la SEP se convirtieran en los grandes aliados nacionales de la Fundación. Afortunadamente, Conacyt nos ha apoyado para que se empiece a generalizar la creación de consorcios universidad-industrias mexicanas, y con consorcios de este tipo en Estados Unidos en tecnologías de la información y en materiales avanzados”.

Guillermo Fernández asevera que “la premisa es crear una cultura de colaboración, ayudando a que se conozcan ambas partes, que se tengan confianza y construyan una visión conjuntamente, que sepan las fortalezas y las debilidades de todos, para lograr una relación práctica, eficiente y que tenga impacto. Construir esta relación representa un gran reto porque hay que superar la desconfianza y la falta de interés mutuas”.

El ingeniero Fernández recapitula: “Mi participación en varios grupos de trabajo internacionales sirvió mucho para darme cuenta de que un elemento clave de un buen diseño, de una buena aplicación de los conocimientos, es tener muy buena comunicación entre la gente que entiende los mercados, la fabricación, la operación y la física y los aspectos de investigación que están asociados. Se requiere de mucha sinergia para hacer un buen desarrollo tecnológico”.

“Entendí muy pronto que era fundamental hacer investigación para generar soluciones que tuvieran impacto. Entonces me puse a estudiar qué se necesitaba para que la ciencia y la tecnología pudieran favorecer más el desarrollo en México. Encontré un documento muy valioso, generado por la ICSU (International Council for Science, por sus siglas en inglés), que decía que hay que poner tanta o más atención a los procesos de utilización del conocimiento que a los procesos de generación del conocimiento. Y ahí está el origen de Infotec, todo un sistema de información científica y tecnológica —creado en 1970— para apoyar la innovación en las pequeñas y medianas empresas del país. Logramos trabajar con grupos especializados para que tuvieran toda la información necesaria, y facilitar la interacción con todos ellos. Fue una experiencia muy enriquecedora”.

Para concluir, Fernández menciona que “lo que estamos haciendo ahora con los programas nuevos es facilitar que los investigadores puedan entender qué papel juegan en el desarrollo de nuevas empresas, por ello hemos traído a México el programa Innovation-Corps. Con la experiencia y capacidad de convocatoria que ahora tenemos, Fumec va a seguir identificando oportunidades para fortalecer programas de innovación y para contribuir a lo que otros están haciendo. Hay muchos temas adicionales por tratar, pero pues no puede uno meterse en todo. ¿Qué le parece?”.
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