Ciencia y Desarrollo
Fecha Inicio Ligas de interés Artículos de interés Suscripciones
Cada mes
Editorial
Ciencia en México
Ciencia en el mundo
El lector científico
Centros Conacyt
Entrevista
La ciencia y sus rivales
Productos de la ciencia
México entre la tierra y el mar
Webs al gusto
Reseñas
Portada
Noviembre-Diciembre 2013
Hélix
 
 
Registros ambientales del cambio global
Registros ambientales del cambio global
El Cambio Global deriva del impacto de actividades humanas: emisión de gases de efecto invernadero, cambio climático, contaminación de ecosistemas, deforestación, aparición de especies exóticas…
El Cambio Climático ocasionado por el incremento del bióxido de carbono en la atmósfera es responsable del progresivo calentamiento del aire y del aumento del nivel del mar. Pero eso no es todo, el cambio climático es sólo uno más en el gran número de cambios que la humanidad ha causado en el planeta durante los últimos 100 años, los cuales, en su conjunto, son conocidos como Cambio Global (CG), concepto que incluye, por ejemplo, la erosión debida a los cambios de uso del suelo y la contaminación del ambiente provocada por las descargas de desechos tanto domésticos como industriales. 1

En este artículo abordamos, especialmente, la contaminación de los ecosistemas, uno de los impactos más graves del CG, cuya evaluación es posible mediante el estudio de indicadores, para lo que es necesario conocer los niveles naturales (o de referencia) —es decir, los anteriores a este gran cambio—; en este caso, las concentraciones de los contaminantes en lugares prístinos (o los menos dañados), aunque son prácticamente inexistentes en nuestros días.

+ Leer mas

Ingeniería inversa del cerebro
De la inspiración biológica a sistemas de visión, en un chip
Ingeniería inversa del cerebro. De la inspiración biológica a sistemas de visión, en un chip
La ingeniería neuromórfica imita la funcionalidad y organización neuronal observada en el cerebro, y constituye una alternativa en la construcción de máquinas inteligentes en tareas de percepción visual
A pesar de los avances logrados en la construcción de computadoras sofisticadas y máquinas inteligentes, éstas no son competidoras reales —al menos, por ahora— para el cerebro humano en ciertas tareas de la vida cotidiana, tales como las relacionadas con percepción visual y auditiva o reconocimiento de patrones y aprendizaje.

Aunque no todos los sistemas inteligentes se basan en principios biológicos, la eficiencia, robustez y precisión observadas en ellos ha motivado una investigación profunda para elucidar estos mecanismos.

Si bien la comprensión del cerebro es aún uno de los desafíos más grandes, su organización y principios de representación, comunicación y procesamiento de información son una fuente de inspiración para el diseño de tecnologías emergentes y futuras.

Se sabe que el cerebro está organizado y procesa la información de una forma radicalmente diferente de una computadora, pues éste no ejecuta secuencialmente instrucciones codificadas en una unidad central de procesamiento; en cambio, activa concurrentemente conexiones o sinapsis entre una miríada de neuronas, como respuesta a los estímulos recibidos. Dado que cada activación puede considerarse equivalente a la ejecución de una instrucción y que el cerebro humano contiene alrededor de 100 mil millones de neuronas, cada una recibiendo conexiones de miles de otras neuronas, su capacidad computacional es excepcional.

+Leer más
La telaraña, una trampa electrostática
La telaraña, una trampa electrostática
Los fenómenos electrostáticos son tan comunes que suelen jugarnos bromas al parar de punta nuestros cabellos, al pegar las páginas de los libros o al producir fuertes descargas eléctricas en nuestros cuerpos
Desde niño siempre me pareció increíble que un globo inflado pudiera sostenerse en la pared por largo tiempo, después de haberlo frotado en mi cabello; también lo era ver cómo las chispas aparecen y desaparecen cual luciérnagas, cuando me cubría de pies a cabeza con las cobijas durante las frías noches de invierno; o sentir, en ocasiones, una cierta descarga al saludar de mano a los amigos.

Tres décadas han transcurrido de tales descubrimientos y mi relación con aquellos fenómenos eléctricos sigue tan fresca como entonces. Y no podía ser de otra manera, pues todo cuanto nos rodea se encuentra plagado de cargas eléctricas que deambulan de un sitio a otro y de un cuerpo a otro, interactuando tanto de maneras simples como de las más complejas.

Debo admitir que el vivir inmerso en un mar de electrones con capacidad para reconfigurarse, escapar o acumularse en la superficie del cuerpo, ciertas veces me hace sentir escalofrío; por fortuna, los fenómenos electrostáticos raramente representan un peligro grave para nosotros. No obstante, a escalas menores que la nuestra, digamos, en el mundo de los insectos, las fuerzas electrostáticas se superponen a otras —como, por ejemplo las gravitatorias— haciendo posible que un objeto ligero flote en el aire por repulsión electrostática (recordemos que cuerpos con cargas de signos iguales tienden a repelerse), como una semilla de diente de león al ser colocada sobre una regla de plástico, previamente frotada en nuestras ropas.

+ Leer más

Ediciones anteriores Para publicar