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Noviembre-Diciembre 2013
Hélix
 
 
Entrevista LOURDES ARENAS

DR. cÉsar CASASOLA CASTRO, fACULTAD DE PSICOLOGÍA-UNAM
Psicología y neurociencias

Entrevista

César Casasola Castro (1969) es psicofisiólogo de la Facultad de Psicología UNAM, Maestro en Investigación biomédica básica y Doctor en Ciencias biomédicas por el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM; realizó un posdoctorado Neurofarmacología conductual. Fue coordinador de Psicofisiología de la misma facultad donde también ha participado en programas de modificación curricular y ha sido docente por más de 15 años.

Desde muy joven, este investigador se sintió atraído por las ciencias biológicas y por acercarse al trabajo científico, por lo que una lectura y una plática asertiva lo motivaron definitivamente para enfilarse hacia las neurociencias, un área creciente en la que ahora participa no sólo como investigador sino también —y de manera muy activa— en la formación de nuevos psicólogos y neurocientíficos.

"En realidad tenía la inquietud por las ciencias biológicas desde antes de decidir estudiar la licenciatura en Psicología; aunque en ese momento no tenía una idea clara sobre el quehacer científico en la disciplina, fácilmente logré dirigir mi formación hacia las neurociencias”, nos cuenta el doctor César Casasola. “Tuve la oportunidad de acercarme a un investigador del área de farmacología conductual, de quien recibí un muy amplio discurso sobre la responsabilidad y el compromiso que implicaba ingresar a un laboratorio, y quien ofreció ponerme a prueba por una semana. El tiempo pasó y allí hice el servicio social y la tesis de licenciatura, e incluso continué colaborando por un tiempo con ese laboratorio. Supongo que pasé la prueba... Ese fue mi primer contacto con el ambiente científico en pleno, en un laboratorio de investigación en la Facultad de Psicología de la UNAM”, señala.

Psicología y neurociencias en México
Hace un par de décadas, las neurociencias no eran tan evidentes en la estructura curricular en la carrera de Psicología, “por fortuna —afirma el docente— hoy en día existe una relación más estrecha entre la psicología y la investigación neurocientífica; y una de las instituciones educativas mexicanas que ofrece mayor formación a nivel licenciatura en esta materia es la Facultad de Psicología de la UNAM”.

Casasola opina que en nuestro país “hay investigadores con un enorme potencial, con proyectos de muy alto nivel. México tiene una excelente perspectiva de desarrollo en esta área; de hecho, es cada vez más atractiva para los jóvenes que están decidiendo su futuro académico y profesional. Dentro de la UNAM existen académicos e investigadores con interés en generar el primer programa de licenciatura en Neurociencias en México, con el propósito de formar recursos humanos y científicos de modo mucho más temprano”.

“Mi área de trabajo actual son las neurociencias de la conducta; lo que más me ha interesado es la farmacología conductual y la plasticidad neuronal, específicamente el análisis de los mecanismos neuroquímicos del aprendizaje asociativo y la memoria en modelos de roedor. El reto de conocer los mecanismos neuronales a través de los cuales los organismos son capaces de adquirir, almacenar, conservar y recuperar información es, por supuesto, muy atractivo”, asegura el psicofisiólogo.

Y sobre los retos a los que se enfrenta nos explica: “cualquier neurocientífico, psicofisiólogo, neuropsicólogo o neurobiólogo de la conducta que esté interesado en memoria y aprendizaje, también lo está en la fisiopatología de las demencias, entre las que destaca la enfermedad de Alzheimer. Hoy en día, y desde hace un par de décadas, este trastorno de la memoria ha alertado el mundo y ha generado gran atención no solamente en investigación científica, sino en salud y un poco menos en políticas públicas. Es por eso que nos gustaría aportar algo en el discernimiento de la fisiopatología de este cuadro clínico, para futuras alternativas de intervención terapéutica”. Y aclara que en este momento trabaja una línea menos ambiciosa, que consiste en analizar el circuito neuronal que subyace en la discriminación de estímulos, con especial atención al sistema colinérgico.


Formación de los nuevos psicólogos
Desde su anterior participación en la Coordinación del Área de Psicofisiología, cuya función sustantiva es la enseñanza de la psicobiología en la licenciatura en Psicología, el doctor Casasola comenta: “El reto de trabajar en la formación de estudiantes es muy gratificante, pero tiene también su complejidad y demanda gran atención. Es por ello que no ha sido sino hasta ahora que estoy reincorporándome al trabajo de laboratorio, mientras continúo con la docencia en licenciatura y en la maestría en Neuropsicología”. Esta última configurándose como un área de salud prioritaria para el país, debido a la creciente cantidad de personas con alteraciones asociadas al daño cerebral.

Y con base en su experiencia, recapitula: “Del discurso de inducción que yo recibí como estudiante, retomo y confirmo la idea de que las características deseables en un futuro investigador son el compromiso y la dedicación, además del gusto y el interés intrínsecos, siempre son necesarias la disciplina y la responsabilidad. La investigación científica es una actividad que requiere orden, disciplina y sistematización con cierto rigor para que los resultados sean confiables y válidos, y desde luego se debe aprender a optimizar los recursos cuidando procedimientos metodológicos y técnicos; también el manejar animales de laboratorio de acuerdo a las normas nacionales e internacionales para investigación, ya que son recursos vivos cuyo trato exige gran responsabilidad ética y profesional. Antes de ello, debe haber inquietud, curiosidad, y mejor aún, una pasión por la investigación, y gusto por la lectura, pensamiento crítico y analítico, habilidad con los medios informáticos así como el dominio del inglés, que es el idioma en el que habitualmente se comunican los datos científicos”, agrega Casasola.

Colaborar y compartir el conocimiento
Sobre la comunicación en la labor científica, apunta: “en la actualidad, no sólo son deseables sino necesarias las colaboraciones con otros grupos de investigación, dado que es mucho más enriquecedor trabajar con otros laboratorios con el fin de tener distintos enfoques para abordar una pregunta y resolverla de un modo más integral”.

“También pienso que los primeros que se benefician son los estudiantes, porque es muy enriquecedor, como alumno, tener la oportunidad de estar en contacto directo y cotidiano con un investigador. Aunque existe el dicho de que ‘el investigador no hace al buen docente’, yo pienso que la probabilidad de que haya un buen docente se eleva considerablemente cuando éste se vincula con la investigación”.

Para concluir, el doctor Casasola comenta que “la experiencia de incorporarse a la investigación científica desde épocas tempranas, como puede ser el bachillerato o la licenciatura, te genera una perspectiva de vida muy especial, porque se enriquece conforme pasa el tiempo, te atrae, te seduce, y te involucra en una de las actividades que, desde mi punto de vista, es de las más nobles y de mayor retribución intelectual que existen”.

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