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Noviembre-Diciembre 2013
Hélix
 
 

FERNANDO GONZÁLEZ, RAFAEL VAL, DANIEL ROCHA,
PAULA DE LA CRUZ Y CECILIA LARTIGUE

PUMAGUA: PRESERVAR EL AGUA, COMPROMISO DESDE LA UNIVERSIDAD

El manejo eficiente del agua en México requiere esfuerzos relacionados, tanto con el ahorro del agua como del mejoramiento de su calidad y la participación social.

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De acuerdo con el Banco Mundial, casi todos los retos de este siglo, relacionados con el desarrollo —garantizar el alimento, controlar el crecimiento urbano, proteger la biodiversidad, instrumentar medidas de adaptación al cambio climático— requieren urgentemente de un esfuerzo en el manejo responsable de los recursos hídricos.

El problema no es que las reservas de agua dulce en el mundo sean insuficientes, sino que están distribuidas de manera desigual. De acuerdo con una evaluación realizada por las Naciones Unidas, en 1997, un tercio de la población mundial vive en regiones con estrés hídrico de moderado a alto.*

Debido al crecimiento poblacional y al desarrollo socioeconómico se prevé una demanda creciente por el recurso, principalmente, por causa de las necesidades de los sectores agrícola, industrial y doméstico. Así, de acuerdo con el criterio de las Naciones Unidas, para 2025 es posible que dos terceras partes de la población mundial vivan en regiones con estrés hídrico.

México cuenta únicamente con 0.1% del agua dulce del mundo. La escasez del recurso es una realidad en muchas regiones del país e, inminentemente, ocurrirá lo mismo en varias más. Según cálculos oficiales, la disponibilidad promedio de agua por persona en nuestro país disminuirá de 4,090 a 3,815 metros cúbicos, en el año 2030 o, incluso, a 1,000 m3 en regiones del norte, lo cual se considera una escasez grave.* Tal condición requiere de acciones prontas y concretas, ya que conciernen a toda la sociedad, no sólo a quienes ya padecen falta de agua.

Las contribuciones que hagamos para ahorrar agua a nivel local, aunque puedan parecer pequeñas, si las realizamos en conjunto, resultan ampliamente significativas. Un ejemplo de ello es el trabajo realizado desde la máxima casa de estudios de México, a través del Programa de Manejo, Uso y Reúso de Agua en la UNAM, PUMAGUA.

La integración universitaria, en torno al manejo responsable del agua, es una acción emprendida por PUMAGUA, un programa creado en 2008 por mandato del Consejo Universitario.

La UNAM, a través de PUMAGUA, ha logrado construir un modelo de manejo eficiente del agua que se puede implementar en otras instituciones y en los municipios del país

Un universo en la ciudad

Ciudad universitaria ocupa una extensión de 730 hectáreas donde prevalece suelo de lava, consecuencia de la erupción del volcán Xitle 5,000 años atrás. Dentro del campus se encuentra la Reserva ecológica del Pedregal de San Ángel, que ocupa cerca de 240 hectáreas, las cuales conforman el hábitat de más de 350 especies de plantas (en su mayoría endémicas), 34 de mamíferos y 148 de aves e insectos.* Su papel como área de captación de agua de lluvia es fundamental para la conservación del acuífero.

Ciudad Universitaria, conglomerado de áreas urbanizadas y naturales, es espacio de estudio, trabajo, investigación y recreación de alrededor de 170,000 personas, por lo que requiere gran cantidad de recursos hídricos, los cuales hoy día son abundantes en esta zona.

Las necesidades de agua aquí son cubiertas por tres pozos: dos de ellos son utilizados diariamente y uno se mantiene como reserva. En promedio, en 2008, cuando inició el Programa, cada segundo 100 litros de agua eran extraídos de los pozos; agua que se almacenaba en tres tanques y se distribuía a los edificios mediante una red de tubería de 54 km, cuya extensión equivale a recorrer la avenida Insurgentes de ida y vuelta.

Aparentemente, el campus es una isla en el Distrito Federal, ajena a la escasez y contaminación de agua que prevalece en otras áreas de la ciudad, pues contamos con este recurso las veinticuatro horas del día, durante todos los días, para su uso en laboratorios, jardines, instalaciones deportivas y sanitarios. Sin embargo, cuando se inició el PUMAGUA, en 2008, encontramos diversos problemas en torno al manejo del país del agua, tanto en cuestiones de desperdicio, como de calidad de ésta y de participación social. Por un lado, la mitad del agua que se abastecía de los pozos se perdía en fugas; además, no se medía el consumo por edificio, lo cual es fundamental para detectar fugas y desperdicios dentro de éstos. Por otra parte, las plantas de tratamiento no cumplían con la normatividad en cuanto a calidad del agua procesada y eso significaba un riesgo para los usuarios. En cualquier visita es posible constatar el uso intensivo que se da a los jardines, tanto por parte de los universitarios como de los más de veinte mil visitantes.*

Por último, es importante decir que en esa época no había un programa que reuniera y homogeneizara las acciones de las dependencias y de la comunidad para hacer un uso responsable y eficiente del agua.

Uno de los objetivos de PUMAGUA es: Lograr la concientización y la participación de toda la comunidad universitaria en el uso responsable del agua.

MANEJO RESPONSABLE DEL AGUA

Con el fin de disminuir la problemática de preservación del agua, PUMAGUA planteó tres objetivos por cumplir:

◂ Reducir en 50% el consumo de agua potable en Ciudad Universitaria.

◂ Mejorar la calidad tanto del agua para uso y consumo humano, con el objetivo de poder beberla directamente de la llave, como la del agua residual tratada para poder utilizarla en los jardines sin riesgos para la salud.

◂ Lograr la concientización y la participación de toda la comunidad universitaria en el uso responsable del agua.

PUMAGUA está conformado por tres áreas: De balance hidráulico, calidad del agua y comunicación y participación.

PUMAGUA ESTÁ CONFORMADO POR TRES ÁREAS

◂De balance hidráulico, área en la cual se implementan las estrategias orientadas a disminuir el suministro de agua para uso y consumo humano, en conjunto con la Dirección General de Obras y Conservación de la UNAM. Las principales estrategias consisten en la sectorización de la red, la instalación de una red de medición de consumos, la reparación de fugas, la sustitución de muebles de baño por muebles de bajo consumo (se han cambiado más de 4,000 unidades) y el cambio de vegetación que consume elevados volúmenes de agua por plantas nativas del Pedregal de San Ángel, las cuales no requieren de riego. Así, se ha logrado, a la fecha, disminuir en 23% la extracción de agua de los pozos. Es decir, en lugar de los 100 l/s extraídos en 2008, hoy se extraen 77 l/s.

◂Calidad del agua
, área en la que colabora personal del Instituto de Ingeniería, del Instituto de Ecología y de la Facultad de Medicina, cuya meta es lograr que todos los universitarios podamos beber agua de forma segura, directamente de la llave, sustituyendo así el consumo de agua embotellada en plástico (PET), material que requiere 180 litros de agua por cada kilogramo que se produce. También se busca mejorar la calidad de agua para riego, con el fin de eliminar la mayor parte de los contaminantes posibles.

El análisis de la calidad del agua potable requiere tomar muestras en los pozos, tomas y cisternas; para conocer la calidad del agua residual, tomamos muestras en las plantas de tratamiento y en los jardines donde se usa este tipo de agua. Pero, para garantizar una buena calidad del recurso hídrico, PUMAGUA requiere, además, de la aplicación de los parámetros establecidos en la Norma Oficial Mexicana, por lo que analizamos la posible presencia de microorganismos patógenos, como virus, bacterias y protozoarios, para su uso seguro.

Mediante las recomendaciones de PUMAGUA, la Dirección General de Obras y Conservación-UNAM ha instalado un sistema automatizado de cloración y ya podemos beber agua de la llave. Asimismo, se ha renovado la principal planta de tratamiento de CU y, actualmente, podemos afirmar que los jardines regados con el agua procesada por dicha planta pueden ser utilizados sin riesgo para la salud.

◂Comunicación y participación
es el área responsable de involucrar en PUMAGUA a todas las autoridades de la UNAM, así como a cada uno de los miembros de la comunidad universitaria. Para lo primero, ha realizado reuniones con las autoridades de todas las dependencias universitarias y así ha logrado comprometer a 110 de ellas en la realización de acciones concretas, para mejorar su uso del agua.

Para involucrar a la comunidad universitaria en el uso responsable del agua, PUMAGUA tiene una estrategia específica para cada tipo de población: con los estudiantes y los académicos organizamos concursos de propuestas para mejorar el uso del agua, así como un festival artístico y cultural que resalta el disfrute del agua, en lugar del sentimiento de culpa que prevalece en las campañas de comunicación sobre el agua.

En relación con el personal de mantenimiento, PUMAGUA lleva a cabo la impartición de talleres, en los cuales se habla de temas como reparación de fugas, instalación y supervisión de los medidores, mantenimiento de muebles de baño, medidas para prevenir el robo de componentes de muebles de baño, y también talleres específicos para los jardineros, con el propósito de disminuir sus tiempos de riego de jardines, debido a que la cuarta parte del volumen de agua extraída de los pozos se utiliza para este fin. Además, se cuenta con una página web (www.pumagua.unam.mx), un boletín mensual y la actualización diaria de las redes sociales (facebook y twitter), para difundir los avances del Programa entre la comunidad de la UNAM y la externa.

Actualmente, contamos con una aplicación por medio de la cual es posible reportar fugas, así como opinar sobre el manejo del agua en las facultades, además de una plataforma digital que nos permite desplegar y analizar los datos del manejo del agua en los campus de la UNAM.

La formación de recursos humanos es fundamental para PUMAGUA, por ello, se ha capacitado a más de 50 becarios en métodos y procesos, en cada una de las áreas mencionadas, conocimientos que podrán aplicar en sus actividades laborales futuras, y que han generado más de 20 tesis de licenciatura y de posgrado.

Debido al éxito del programa PUMAGUA, éste se ha replicado en otras universidades y entidades estatales.

UN MODELO PARA EL PAÍS

Después de más de cinco años de trabajo que ha brindado resultados cuantificables, se puede afirmar que PUMAGUA se ha constituido en un modelo de manejo de agua replicable tanto en otras universidades, como en entidades públicas y privadas y en los municipios del país. Actualmente se implementa a través del Programa para el Desarrollo Hidráulico de los Estados de Puebla, Oaxaca y Tlaxcala.

Agradecimiento:
Los autores agradecen los comentarios del
Dr. Jorge García Macedo.

 

 

 



PARA CONSULTA DE DATOS


◂ Pumagua, 2012. Informe de actividades, calidad del agua. Periodo del 17 al 31 de mayo de 2012. Consultada en el sitio: http://www.pumagua.unam.mx/assets/pdfs/calidad/semaforo_calidad_01.pdf (fecha de
consulta 9 de noviembre de 2013).

◂ Contacto con Pumagua.- Correo electrónico: contacto@pumagua.unam.mx Teléfonos: +52 (55) 5623 3500 ext. 1524. Redes sociales.- Facebook.-http://es-la.facebook.com/
people/Pumagua-Unam/100001155464128
; Twiter.- http://
twitter.com/PUMAGUA
y Youtube.- http://www.youtube.com/user/PUMAGUA

Curriculum

 

Fernando Jorge González Villarreal es ingeniero civil por la Facultad de Ingeniería-UNAM y Doctor en Ingeniería por la Universidad de California, en Berkeley, Estados Unidos. Es investigador titular de tiempo completo en el Instituto de Ingeniería y sus principales líneas de estudio son aprovechamientos hidráulicos, hidrología, ingeniería de ríos y políticas públicas sobre el agua. Actualmente, es el coordinador técnico de la Red del Agua-UNAM y director del Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua en la UNAM (PUMAGUA). Ha sido docente en licenciatura y posgrado en la FI-UNAM, primer director general de la Comisión Nacional del Agua, presidente fundador del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, subsecretario de Infraestructura Hidráulica y secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos de Sonora, así como asesor principal de Agua y Desarrollo Rural en el Banco Mundial, además de presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México y de la Asociación Mexicana de Hidráulica. Ha recibido reconocimientos otorgados por la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros, de la Confederación Nacional Campesina y de la Conagua. En 1993, fue distinguido con el premio Warren Fuller que otorga la American Water Works Association. En el año 2010, la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento de México, A. C. reconoció su trayectoria profesional otorgándole la presea al mérito por su invaluable aportación al sector hídrico.

José Daniel Rocha Guzmán es Ingeniero Civil por la Facultad de Ingeniería-UNAM. Su tema de tesis versó en torno al diagnóstico y sectorización del sistema de agua potable de Ciudad Universitaria de la UNAM. En 2010 fue nombrado coordinador de Balance Hidráulico del programa PUMAGUA y, desde 2012, coordina los trabajos de agua y saneamiento correspondientes a la primera etapa del Programa de Apoyo al Desarrollo Hidráulico de Oaxaca, Puebla y Tlaxcala (PADHPOT). Es miembro del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), de la Sociedad de Ex alumnos de la Facultad de Ingeniería (SEFI) y de la Sociedad de Vinculación Empresarial (SVE).

Martha Paula De la Cruz Cuevas es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM. Realizó su tesis enfocada a la promoción de los productos culturales que genera la UNAM dentro de la web. Actualmente se desempeña como becaria en el Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua en la UNAM, PUMAGUA, en el área de Comunicación / Participación, donde ha colaborado en la organización de eventos y la difusión del Programa.

Cecilia Lartigue Baca es licenciada en Biología por la UNAM y Maestra en Manejo de Recursos, por la Universidad de Edimburgo, R. U. Trabajó en proyectos de análisis de biodiversidad y ordenamiento ecológico en el IE-UNAM. Fue Coordinadora técnica del Plan de Manejo de la Mancha, Veracruz. Fue asesora en Medio Ambiente, en la Asamblea Legislativa-D.F. Participó como especializa en medio ambiente en el proyecto “Medidas de adaptación al cambio climático en los humedales del Golfo de México” (Banco Mundial, INE y Gobierno del Japón). Colaboró en CNI-canal 40 como guionista e investigadora para programas de sensibilización ambiental. En CONABIO, participó en evaluación y difusión del Programa de Recursos Biológicos Colectivos. Ha publicado alrededor de quince artículos en revistas arbitradas y de divulgación y ha participado en congresos nacionales e internacionales.

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