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Noviembre-Diciembre 2013
Hélix
 
 

JUAN NEPOTE

Ciencia y arte de la voz
De la infinita variedad de sonidos destaca uno: la voz humana.
Estamos acostumbrados a mirar, es decir, preferimos mirar antes que escuchar, oler, tocar. Claro, el mundo es un lugar fuertemente seductor a la vista.

Pero solemos olvidar que también se trata de un sitio de riqueza sonora, plagado de ruidos; no sólo aquellos productos del malestar de la modernidad: motores, silbatos, gritos…, sino también otros, antiquísimos y misteriosos, sugerentes; aullidos o llantos que advierten de peligros, agua en movimiento como promesa de sobrevivencia, cantos de aves como aquel pájaro de cuatrocientas voces del que se maravillaba Nezahualcóyotl.

Todo comienza en el aire

De la infinita variedad de sonidos destaca uno: la voz humana. En ella se localizan los orígenes de los instrumentos musicales, que nacieron tratando de imitar la calidad, la potencia y la variedad de los sonidos que una persona es capaz de producir —fácil, casi naturalmente—, cuando el aparato respiratorio y la laringe comienzan a funcionar de manera coordinada. La lengua, el paladar y la faringe colaboran, junto con las fosas nasales y otras cavidades de resonancia. Se contraen y se relajan repetidamente los músculos de las costillas (“como un acordeón”, y sin embargo es al contrario: el acordeón describe su vaivén imitando los músculos); el diafragma se eleva y luego desciende; la presión del aire se altera en el interior de los pulmones; respiración e inspiración se alternan; el flujo de aire que fluye aumenta considerablemente; las cuerdas vocales vibran, se abren y cierran de manera irregular, según se trate de sonidos graves o agudos; los músculos respiratorios regulan la intensidad, el tono y el timbre de la voz, cuya cualidad depende de la anatomía particular de quien habla, del ambiente en el que ha crecido, de la actividad específica de ese momento (cantar, gritar, recitar, susurrar). De cualquier manera, el aire circundante experimenta una presión que se transmite mediante vibraciones entre las partículas del aire, a través de gases, sólidos, líquidos, de acuerdo con su temperatura y su densidad.

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Noviembre - Diciembre 2013
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