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Una de las tendencias de moda, en la planeación urbana, es el regreso a la vida de barrio; estilo en el cual los habitantes puedan encontrar gran variedad de actividades, dentro de una distancia que se pueda cubrir caminando. |
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Se ha detectado que uno de los más acuciantes problemas para los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) es el relacionado con la movilidad.
De acuerdo con datos de la Encuesta Origen Destino 2007,1 al habitante promedio de la ciudad le toma 45 minutos llegar a su trabajo en coche y una hora en transporte colectivo. Para los habitantes de las periferias, los trayectos pueden tomar más de una hora en coche y dos horas o más, en transporte público. Estos tiempos de traslado afectan directamente la calidad de vida y la productividad de los habitantes, además de generar problemas como la contaminación atmosférica y la auditiva.
Una de las tendencias de moda en la planeación urbana es el regreso a la vida de barrio, en la que los habitantes puedan encontrar una variedad de actividades dentro de una distancia que se pueda cubrir caminando. Esta corriente es conocida como neourbanismo y apunta a mejorar las condiciones de movilidad, mediante la reducción del uso del automóvil y a orientar el desarrollo de la ciudad en torno a los sistemas de transporte público. En las siguientes secciones describiremos, brevemente, este concepto y lo analizaremos desde una perspectiva de análisis espacial, para identificar algunos puntos que creemos deben entenderse con el fin de lograr implementar este tipo de desarrollos en nuestras ciudades.
Hacia 1973, y como consecuencia de la primera gran crisis energética mundial —en la que los países del bloque árabe elevaron los precios del petróleo, como represalia por el apoyo de Occidente a Israel, en la guerra contra Siria y Egipto—en los Estados Unidos, se gestó una serie de planteamientos teóricos urbanísticos que apuntaban a reducir el uso del automóvil particular, minimizando, al mismo tiempo, el consumo energético y, por lo tanto, la dependencia de los Estados Unidos del petróleo extranjero.
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