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Química sin matraces
Simulación de reacciones químicas

El poder predictivo de la química cuántica es una herramienta poderosa para la generación de sustancias con propiedades diseñadas para cada necesidad.

Típicamente, pensamos en un químico como un científico que, enfundado en una bata blanca y protegido con lentes de seguridad y guantes de látex, trabaja afanosamente dentro de un laboratorio, donde se encuentra rodeado de equipos de medición, material de vidrio y frascos en los que vierte, una sobre otra, sustancias de colores para transformarlas en nuevas sustancias que luego analizará con su equipo de medición, al tiempo que observa las reacciones químicas manifestarse a través de cambios de color, desprendimiento de calor, quizá también de gases y, ocasionalmente, incluso, una explosión.

De esta forma, la química -es decir, el estudio de la transformación de la materia– involucra la experimentación activa para llevar a cabo reacciones químicas, a través de las cuales, posteriormente, el químico confirmará, si bien de forma indirecta, que los cambios se han llevado a cabo en el mundo microscópico; más aún, en el mundo molecular y atómico; cambios que el químico planea con base en su conocimiento sobre las propiedades químicas de las sustancias de las que partió, las cuales, como las de cualquier otra sustancia, son consecuencia de su estructura molecular, es decir, del arreglo espacial de los átomos que la conforman (figura 1).

Bajo esta imagen arquetípica que acabamos de plantear, resulta entonces, cuando menos, curioso pensar que exista una rama de la química que se denomine química teórica.
Encuentre la información completa en la versión impresa de Ciencia y Desarrollo,
Enero-Febrero 2013
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Joaquín Barroso Flores es Doctor en Ciencias Químicas por la UNAM (2007), bajo la asesoría del Dr. J. A. Cogordán. En 2005, realizó una estancia de investigación en la Universitatea Babes Bolyai, Rumanía, con el Dr. Ioan Silaghi-Dumitrescu†. Trabajó como investigador asociado para el Centro de Investigación en Polímeros, Grupo COMEX (2006–2008). Fungió como Investigador Científico III en la Universidad Babes-Bolyai (2008–2010), colaborando con el Dr. Kunsági-Máte Sándor, de la Universidad Científica de Pécs (Pécsi Tudomanyegyetem), Hungría. En mayo de 2010, se incorporó al Instituto de Química-UNAM, asignado al Centro Conjunto de Investigación en Química Sustentable. C. e.: jbarroso@unam.mx

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