Ciencia en el mundo


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Fue descubierto por los paleontólogos Philip Currie y Clive Coy, de la Universidad de Alberta, y David Evans, James y Louise Temerty del Museo Real de Ontario. Se trata de un dinosaurio carnívoro emplumado del cual ya se habían encontrado restos parciales. El nuevo esqueleto está completo y se conserva en la posición que tenían en vida. Tras analizarlo, hallaron evidencias de que el linaje de dromeosáuridos de Norteamérica –incluido el Saurornitholestes langstoni-, es distinto del asiático como Velociraptor, aunque poseen un ancestro común.

Investigadores estadounidenses de la Universidad de Texas encontraron una especie de sapo africano gigante capaz de disfrazarse de una cabeza de víbora para esconderse de sus depredadores. A esta habilidad se le conoce como mimetismo batesiano, un fenómeno por el cual dos o más especies tienen una apariencia similar; sin embargo, sólo una de ellas está armada con mecanismos de defensa como espinas, colmillos, entre otros.

La edición genética es un tipo de ingeniería genética utilizada para reemplazar, insertar o eliminar el ADN (ácido desoxirribonucleico) en el genoma de un organismo con el fin de corregir las variantes genéticas humanas asociadas con enfermedades.

        La técnica más conocida para realizar la edición genética es el CRISPR-Cas9; sin embargo, ésta presenta varias complicaciones, por ejemplo, debido a que genera rupturas de doble cadena en el ADN se provocan mezclas incontroladas y pequeñas pérdidas de material genético, lo cual propicia una baja efectividad al corregir con precisión la mayoría de los tipos de mutaciones.

        Investigadores del Instituto Broad en Cambridg, liderados por el doctor David Liu, diseñaron una nueva técnica a la cual llamaron prime editing (edición de excelencia) que permite corregir con efectividad las variantes genéticas asociadas con enfermedades.

        Según el doctor Liu, funciona como un procesador de texto que, en lugar de ir hasta donde está la mutación que se quiere corregir y cortar –tal cual se hace en CRISPR-Cas9–, se realiza una incisión en un punto concreto de la secuencia donde se escribe un nuevo fragmento de ADN.

        Primero, modificaron la proteína cas9 para que fuera capaz de engancharse a una molécula de ARN (ácido ribonucleico) y dirigirse a la secuencia que se desea modificar; al llegar, inserta sólo una hebra de ADN (modificada), corta el extremo opuesto de la secuencia que se está editando y activa un mecanismo de reparación de la célula, el cual utiliza la hebra añadida como plantilla.

        Con este método, los autores aseguran haber reparado 89% de las mutaciones que causan enfermedades –por ejemplo, Tay-Sachs, un trastorno hereditario que afecta las neuronas de los niños y les provoca la muerte antes de los cinco años–, es decir, 175 ediciones distintas de ADN en células humanas.

        A pesar de que aún se debe trabajar para mejorar la técnica y pueda usarse de forma segura en humanos, es una herramienta viable, con grandes posibilidades de corregir mutaciones dañinas.

La leche humana contiene una molécula de grasa natural conocida como triacilglicerol; gracias a ésta, los nutrientes pueden ser digeridos por los bebés. Investigadores del Rothamsted Research, en Reino Unido, diseñaron una planta capaz de producir un aceite con la misma estructura química de dicha molécula.

        Según Peter Eastmond, investigador principal de este proyecto, diseñaron el metabolismo de una planta para que la grasa que produce tenga la misma estructura de la leche humana.

Actualmente, existen en el mercado fórmulas infantiles que ya contienen triacilglicerol, pero su fabricación tiene un alto costo y su proceso de producción genera residuos de solventes propiciando su encarecimiento.

Para lograrlo, los investigadores modificaron los genes responsables de la vía metabólica de la planta Arabidopsis thaliana –una especie comúnmente utilizada como banco de pruebas en la investigación biológica­–; después, reubicaron la enzima – el ácido lisofosfatídico aciltransferasa–, que se encuentra dentro de los cloroplastos que capturan la luz, hasta el retículo endoplásmico –área donde se producen las grasas–.

De esta manera, la planta fue capaz de producir un aceite con moléculas de triacilglicerol en proporciones similares a las que se encuentran en la leche materna.

Algunas de las plantas candaditas para la producción de triacilglicerol son el girasol y la canola. Estos avances pueden conducir a mejorar las fórmulas infantiles para proporcionar los beneficios de la leche materna a los bebés que por alguna razón no tienen acceso a ésta.

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Pilar Martínez
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