La violencia tiene un nuevo rostro, la agresión que se está presentando por medio de dispositivos electrónicos se mantiene constante en las acciones de las personas, por lo que debemos mantenernos en alerta a las menores señales de su presencia para combatir este mal que asola a comunidades, hoy en día.
En este texto no tratamos de denostar o satanizar los adelantos, pero el desarrollo tecnológico debe ir de la mano con el desarrollo ético que favorezca un uso saludable y adecuado de aquél. Tampoco se trata de demonizar las tecnologías, lo cual sería absurdo; sino de mostrar la necesidad de una actuación pedagógica que propicie la interacción con las TIC desde un plano educativo, ético y humano. Ignorar o negar este problema no es la respuesta más inteligente ni la más deseable, ante los problemas. Tanto el
bullying como el
cy- berbullying constituyen problemas a los que se enfrentan niños, adolescentes y adultos, con implicaciones, no sólo en el aspecto académico-escolar, sino que afecta a la sociedad en su conjunto, por ello consideramos importante que profesores, padres de familia, autoridades escolares, alumnos y políticos estén al pendiente y conozcan las consecuencias que derivan de este problema.
El desarrollo de acciones en el ámbito social y escolar requiere la identificación y manejo de
los factores de riesgo previos a la aparición de la violencia.
La educación debe promover una conducta de respeto hacia todas las personas con quienes interactuamos en las diferentes facetas de nuestras vidas, así como la resolución de conflictos sin el uso de la fuerza o denostación de algún tipo y con enfoque de género, además de promover nuevas ópticas para analizar el problema de la violencia escolar a través de políticas públicas y educativas que fortalezcan la formación de una ciudadanía en la convivencia y bienestar, buscando fortalecer el tejido social que se está presentando en la escuela, nuestro entorno y familia, con el propósito de establecer redes de comunicación, para el desarrollo y promoción de proyectos de corresponsabilidad dialógica y democrática en contextos de convivencia.