Redes sociales en internet
más allá del entretenimiento


Redes sociales en internet
más allá del entretenimiento
      Autores

“La televisión ha promovido al tonto del pueblo,
con respecto al cual el espectador se siente superior.
El drama de internet es que ha promocionado al tonto 
de pueblo al nivel de portador de la verdad”.

Umberto Eco

 

La teoría de los seis grados de separación, anticipada en el texto Chains, por Frigyes Karinthy —escritor húngaro—, publicado en 1929, fue determinante en el desarrollo de las redes sociales en internet. La referida teoría establece que todas las personas en el planeta están conectadas entre sí a través de no más de seis mediadores.

La introducción de la Web 2.0, el formidable desarrollo de las comunicaciones móviles y el imaginario de una sociedad efectivamente ubicua, incidieron directamente en el éxito de las redes sociales en internet. Su desarrollo, efectivamente, permitió comprobar la teoría de los seis grados.

El estadounidense Randy Conrads es reconocido como el creador de la primera red social: classmates.com. El concepto de su red —incorporada a la web, en 1995— resultó definitivo en el desarrollo de las redes sociales, particularmente, porque ofreció la posibilidad de reencontrar amigos y conocidos de antaño (recuperación y actualización del pasado). 
     Después, aparecieron otras redes sociales: friendster (2002), MySpace (2003), tribe.net (2003), xing (2003) —que anticipó el modelo de negocios de LinkedIn—; sin embargo, el gran parteaguas en la historia de las redes sociales fue establecido por facebook, concebida en 2004 por Mark Zuckerberg, Eduardo Saverin, Andrew McCollum, Dustin Moskovitz y Chris Hughes. El antecedente de facebook fue un escaparate virtual destinado a exhibir a las más bellas estudiantes en Harvard. 
     Hoy, facebook no sólo es la más importante red social en internet (las estadísticas relativas a la penetración de las redes sociales en el mundo son establecidas a partir de la penetración de facebook), también ha sido considerada, en 2017, como una de las diez marcas más valiosas del mundo, de acuerdo con lo asentado en los reportes especializados más reconocidos: Forbes, Interbrand, y Kantar Millward Brown
     En junio del año en curso, facebook alcanzó 2,000 millones de usuarios. De acuerdo con lo asentado en el portal Statista, México es el quinto país con el mayor número de usuarios de facebook, sólo superado por India, Estados Unidos, Brasil e Indonesia.1

Las redes sociales son asunto serio. Su estudio admite basarse en la teoría de redes —metodología fundamental en la “remediación de las ciencias sociales”—, en la física y la biología, entre otras ciencias. También se relaciona con la teoría general de sistemas,2, 3 y el pensamiento complejo.4 
     El estudio de las redes sociales, además, se vincula con la ciencia de la red, la cual derivó de la Iniciativa para la investigación en ciencia de la red, presentada en 2006 por algunos miembros del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Universidad de Southampton.
     El análisis de redes sociales en internet hoy representa un atractivo objeto de estudio para un amplio número de ciencias.

“Las redes sociales dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar de un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”. 
Umberto Eco, La Stampa
junio 2015.

     A pesar de las advertencias expresadas por Eco —quien en sus últimos años de vida se reveló como un atribulado e intolerante intelectual—, las redes sociales se han convertido en el principal medio de información para muchísimas personas en el mundo, quienes han relegado a un segundo plano los medios informativos impresos, así como la radio y la televisión. 
     Más allá del complejo fenómeno del consumo cultural de información a través de redes sociales en internet, debemos comprender que las redes sociales —como tecnologías— han transformado la ecología cultural de las sociedades. Las redes sociales no son el efímero oráculo de los idiotas; en realidad son complejas prolongaciones de nuestras redes neuronales y, por supuesto, del sistema nervioso.
     Ante situaciones de desastre, abundan ejemplos en los que las “legiones de idiotas” desbordaron a burocracias tan ineficientes como sus gobiernos y sus instituciones, asumiendo la responsabilidad de coordinar las acciones de rescate y salvamento. Ello precisamente ocurrió en México, tras el devastador terremoto registrado el 19 de septiembre del presente año.
     A pesar de la pobre alfabetización digital de nuestra sociedad, los usuarios de las redes sociales asumieron un rol protagónico ante la emergencia; así, las redes sociales cumplen útiles funciones de vinculación y enlace ciudadano, como detalla un informe elaborado por la organización Artículo 19:

“En el caso de las personas ingresadas en los hospitales, la información oficial se difundió a través de Locatel, pero, ante las deficiencias planteadas infra, la población generó un registro más efectivo a través de cuentas en twitter y facebook que se sistematizó en listas elaboradas por la sociedad civil, las cuales incluyen mayor número de hospitales, tanto públicos como privados, y mayor número de personas hospitalizadas. Además, ésta no coincide con los datos alojados en la plataforma de Google sobre personas desaparecidas. De acuerdo con la lista colaborativa rescatecdmx, más de 70% de las fuentes de información sobre personas ingresadas en hospitales provino de fuentes no oficiales”.5

Las redes sociales sencillamente son el espejo indiscreto de las sociedades; sin embargo, a pesar de las obvias ventajas que éstas reportan hoy, debemos tener muy presente que no hay medios definitivos. La televisión, el medio emblemático de las sociedades de la tercera ola, en buena medida ha sido desplazada por la internet. Los blogs fueron relegados a un plano secundario por las redes sociales. Las redes sociales a su vez podrían seguir el destino de los blogs, y ser víctimas del darwinismo digital que derivaría del advenimiento de algún nuevo medio social. Ello seguramente ocurrirá en el tránsito hacia la IV Revolución Industrial. Surgirá un nuevo medio o plataforma que marcará el inicio de la obsolescencia de las redes sociales. La dulce fatalidad de la innovación y la creatividad.

  • Nigel Shalbot y Tim Barners-Lee (diciembre, 2008). “La ciencia en la red”. Investigación y ciencia. 387, pp: 48-54.
  • Umberto Eco (junio 2015). La Stampa.
  • Toffler (1990). La tercera ola. México: Edivisión.
Octavio Islas (México).

Es Doctor en Ciencias Sociales y Director del Centro de Altos Estudios en Internet y Sociedad de la Información, en la Universidad de Los Hemisferios, Quito, Ecuador. Miembro del SNI (II) (México). Fundador de la revista web Razón y Palabra. Miembro del grupo “Hacia una Ingeniería en Comunicación” (Gicom). Presidente de la Cátedra Itinerante de Nueva Teoría Estratégica (CiNTE) y Director de la Cátedra “Julián Assange” de Tecnopolítica y Cultura, Ciespal. C. e.: octavio.islas@uhemisferios.edu.ec

Amaia Arribas (España).

Es Doctora en Ciencias de la Información. Directora de Comunicación Institucional en la Universidad de Los Hemisferios, Quito, Ecuador. C. e.: amaya.arribas@uhemisferios.edu.ec

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