Un picosatélite es una clase de satélite cuyo peso es menor a un kilogramo, el cual es capaz de tomar fotografías y obtener información relacionada con la temperatura del aire y datos sobre navegación, como la ubicación y orientación. En tal sentido, investigadores del Centro de Desarrollo Aeroespacial-IPN desarrollaron un prototipo de picosatélite, “es un modelo de ingeniería que, aun cuando no es apto para vuelo, permite evaluar el esquema de operaciones que realizaría un satélite real”, explica el doctor Mario Alberto Mendoza Bárcenas, líder de este proyecto.
     Este prototipo, denominado CDA SAT, cuenta con una computadora, sistema de comunicaciones y un banco de baterías; además, incluye sensores de navegación que permiten determinar la orientación del satélite. “En el segundo semestre del año pasado, hicimos pruebas de validación en nuestras instalaciones del Centro Histórico, donde elevamos el dispositivo cerca de 20 metros por medio de tres globos de helio, lo cual nos permitió validar el esquema de operaciones, que consiste, básicamente, en la toma de fotografías, cálculo de la orientación del satélite y la obtención de temperatura y latitud. La información obtenida fue enviada por medio de un radio módem a una estación terrena”, explica el doctor Mendoza Bárcenas.
     Para el desarrollo de este dispositivo, se utilizó materiales de alta tecnología y bajo costo, entre ellos: baterías de aeromodelismo, sensores de vuelo y giroscopios que permiten determinar la orientación del picosatélite. “Al validar la tecnología y capacidad de CDA SAT, podremos pensar en escalar el proyecto y realizar un desarrollo final de un modelo con calificación espacial, de tal forma que se pueda elevar el vuelo a 40 kilómetros de altura”, concluye.

Características

Pesa alrededor de 250 gramos. Cuenta con una cámara fotográfica, termómetro, altímetro y una unidad de medición inercial que, a través de acelerómetros y giróscopos, es capaz de analizar la velocidad, orientación y fuerza gravitacional del dispositivo espacial. También contiene una computadora compuesta por un microcontrolador de ocho bits. Los datos obtenidos por el picosatélite son enviados a tierra mediante un receptor en tierra conectado a una computadora. Es de bajo costo.

 

Un grupo de investigadores del Instituto de Ingeniería-UNAM desarrolló un modelo de flujo vehicular que simula el desempeño del tráfico, particularmente en carreteras, pero a un nivel de detalle microscópico.
     “Nos centramos en el desempeño de cada uno de los elementos que forman parte del tráfico vehicular, como los automóviles y sus características, para modelar la dinámica que siguen los vehículos cuando están en una vía y los distintos fenómenos que ocurren en ésta, con la finalidad de analizarlos y realizar pronósticos”, explica la doctora María Elena Lárraga Ramírez, líder de esta investigación.
     Para el desarrollo de este modelo de flujo vehicular, el equipo utilizó un autómata celular —modelo matemático compuesto por un conjunto de celdas o células, las cuales adquieren distintos estados o valores— y un microsimulador computacional. “Estas herramientas tienen muchas ventajas, como lo es su simplicidad; además, como están basados en la interacción local de los individuos, permite considerar muchos aspectos sobre el comportamiento del tráfico que con otros modelos resulta complicado; por otro lado, computacionalmente, son muy eficientes”, explica.
     “Nos hemos enfocado en el análisis de vías abiertas (carreteras), aunque hemos hecho algunas simulaciones en vías con semáforos; específicamente, estudiamos la carretera México-Cuernavaca, lo cual fue complicado, porque existe muy poca información, ya que sólo se tenía datos sobre tránsito diario; entonces, hicimos nuestras propias mediciones (características de la vía, tipo de vehículos, etc.) para poder realizar simulaciones más exactas”, menciona.
     Con este modelo se podrá decidir qué acciones tomar ante la presencia de percances vehiculares, a fin de evitar cuellos de botella o tráfico intenso.

Procedimiento

Permite realizar simulaciones con cada elemento involucrado en el tráfico vehicular (características de los vehículos, conductores y vías), para analizar, entender y pronosticar el desempeño de la circulación. Los parámetros utilizados están enfocados a las necesidades y condiciones de tráfico vehicular de México.