Inquilinos hambrientos
e indeseables


Inquilinos hambrientos
e indeseables
      Autores

¿Alguna vez has vivido con alguien que no te agrada? o ¿has sentido que no cabes en un lugar, porque ya hay muchas personas?, o peor aún, ¿sientes que la comida no te alcanza? ¿Comes bien y descansas pero, aún así, siempre estás cansado y con sueño? ¿Has sentido que en tu interior hay una gran competencia? Bueno, si has sentido, al menos, algo de esto, probablemente se deba a que dentro de ti hay algunos inquilinos nada agradables, hambrientos y que arrasan con los nutrientes de su alrededor.

Tres niños deshidratados que se sentían mal, llegaron al hospital, el médico en turno los revisó y tomó notas de cada caso:

  • Noel tiene 8 años, quiere ser biólogo, pero la verdad es que a veces no quiere ir a la escuela porque sus calificaciones son bajas, cada vez entiende menos y la maestra lo castiga sin salir al recreo porque no responde correctamente cuando lo pasa al pizarrón. Desde hace tiempo, le duele la pancita, casi siempre después de comer, así que por miedo a que le duela, mejor prefiere no comer o come muy poquito, además tiene diarrea, así que está un poco deshidratado, desde hace varios meses no se ve que haya crecido en tamaño y parece que su peso en lugar de aumentar, disminuye. Le duele la cabeza y todo el día tiene sueño. 
  • Ana tiene 9 años, es bastante distraída, le cuesta trabajo concentrarse en la escuela y también a ella le han tocado regaños por no cumplir con las tareas. Ana quiere ser bailarina así que se la pasaba bailando pero últimamente ha estado muy cansada. Ella come y come en especial pastelitos, el pan, las papas, las garnachas, comida chatarra, en general. Hace unos días tuvo diarrea con sangre y tenía un gran dolor; al parecer, apendicitis. 
  • Gael, tiene 7 años, pero está muy chaparrito, parece como de 5, lo que es muy evidente en él es su gran abdomen. Él está en el hospital porque ya no podía defecar, le dijeron que su intestino estaba completamente obstruido, es decir, que ya no dejaba salir los desechos de su intestino.

Después de revisar estas historias, el médico observó los análisis clínicos y ¡ooohhh sorpresa! Sí, lo que él sospechaba: ¡los tres niños tienen inquilinos hambrientos e indeseables en su intestino! Se trata de tres inquilinos: Giardia intestinalis intestinalis, Entamoeba histolytica y Ascaris lumbricoides.

En realidad, Giardia intestinalis, Entamoeba histolytica y Ascaris lumbricoides son parásitos que causan desnutrición, entre otras cosas, y viven a expensas de los huéspedes (ser vivo que aloja a un parásito) en los que se encuentren, en este caso Noel, Ana y Gael.

1. No fueron invitados a vivir dentro del intestino de ninguno de estos niños, además, no sólo era uno de cada especie, eran muchísimos.

  • Inquilino 1. Giardia intestinalis es un parásito muy frecuente en el mundo, principalmente en niños. Es un parásito diminuto, no se ve a simple vista, mide entre 10 - 12 µm de longitud, es decir 0.001mm. La forma que se encuentra en su intestino tiene forma de pera, posee dos núcleos, un disco adhesivo con el cual se adhiere al intestino y se mueve mediante 4 pares de flagelos (figura 1).
  • Inquilino 2. Entamoeba histolytica es una amiba que mide entre 20 - 60 µm, (0.002-0.006 mm) su forma es alargada, se mueve mediante un seudópodo, que es una extensión que le permite desplazarse (figura 2).
  • Inquilino 3. Ascaris lumbricoides es un parásito nematodo, es macroscópico, es decir, lo podemos ver a simple vista, ya que es un gusano cilíndrico y mide hasta 20 cm de largo (figura 3).

 

FIGURA 3. Ascaris lumbricoides adultos.



2. No pagan renta, viven tranquilamente en el intestino y se aprovechan de los huéspedes en los que viven.
Todos los inquilinos se alimentan de los nutrientes, y de minerales que están en los alimentos que diariamente consumimos y que son necesarios para el buen funcionamiento del organismo, por ejemplo, G. intestinalis adquiere el zinc del intestino en el que se encuentre, por lo que se ha demostrado que este parásito puede ser un riesgo en la deficiencia de zinc en niños.1 La importancia de este elemento radica en que está directamente involucrado en el desarrollo de aprendizaje y cerebral.2
     Las E. histolytica consumían los nutrientes de Ana, por lo que está desnutrida, sí come, pero come muchos carbohidratos (azúcares, almidones y harinas) en los pastelitos, papas, comida chatarra, lo cual hacía que esta amiba tuviera un ambiente favorable, por lo que se desarrolló y reprodujo. Eran tantos A. lumbricoides que cada parásito consumía gran parte de lo que se desarrollo y reprodujo. 
     Gael comía, así que si eran demasiados parásitos, la comida se dividía entre todos dejando muy poco para Gael lo cual también le causó desnutrición y retardo en el crecimiento. 

3. Por si lo anterior fuera poco, causan daño, en el sitio donde se encuentran.
Cuando G. intestinalis se encuentra adherido a la mucosa intestinal, evita que haya absorción de nutrientes, por tanto, lo que Noel come no se absorbe, por el contrario se va en las heces y por lo mismo como hay mucha materia seca en el intestino, se secreta agua, por lo que se forma diarrea. Por una parte, se pierde agua y, por otra, no absorbe los nutrientes y no tiene zinc. Por todas estas razones, Noel está desnutrido, siempre tiene sueño y por eso no se aprende las tablas de multiplicar. 
     E. histolytica se aloja en el intestino grueso y puede destruir el intestino, perforarlo hasta llegar al apéndice, pero en los casos más graves, puede atravesar músculo e incluso la piel y puede causar la muerte. Ana no había llegado a ese extremo, pero sí tenía diarrea, con moco y a veces con sangre por el rompimiento de vasos sanguíneos por ello, salía sangre cuando Ana hacía diarrea. Por supuesto, tenía dolor abdominal y estaba cansada y somnolienta por no recibir los nutrientes suficientes. 
     Los Ascaris que tenía Gael causaron obstrucción intestinal, es decir, el intestino estaba completamente tapado y esto le impedía trabajar y moverse, por lo que no absorbía nutrientes. Afortunadamente, los parásitos no causaron lesiones de gravedad, ya que cuando son larvas, realizan una migración por varios órganos, entre ellos el hígado, el corazón, los pulmones e incluso si son demasiados, pueden a salir por la nariz y a la boca, lo cual puede ser causa de asfixia y, por tanto, de muerte.

Las formas intestinales de G. intestinalis y E. histolytica no sobreviven mucho tiempo en el ambiente; para ser capaces de infectar a otras personas necesitan formar una estructura de resistencia llamada quiste (figuras 4 y 5). Los quistes salen en las heces. Los quistes de E. histolytica necesitan desarrollarse para ser infectivos por lo que, con una temperatura y humedad adecuada, se desarrollan en el ambiente. 


     Por otra parte, los nematodos A. lumbricoides se reproducen sexualmente, cada hembra libera hasta 200,000 huevos por día (figura 6). Los huevos también salen con las heces, en el ambiente se desarrollan bajo condiciones de temperatura y humedad adecuadas, hasta que se forma una larva de segundo estadio dentro del huevo; entonces ya es infectivo. 
     Cuando los quistes y los huevos maduros caen al suelo, además de contaminarlo, también pueden contaminar el aire ya que cuando el viento levanta la tierra también levanta los quistes y huevos que también pueden caer en los alimentos que estén a la intemperie o más frecuentemente el agua. De esta forma, para que alguien se infecte, es necesario consumir agua o alimentos contaminados con quistes maduros o huevos (figuras 7, 8 y 9). 
     Algunos animales pueden transmitirlos a los humanos y viceversa, por ejemplo, G. intestinalis puede estar en perros y ser trasmitida a humanos o de humanos a bovinos. Otras formas de transmisión son contacto directo: ano – mano - boca, a través de objetos (tubos del transporte) e insectos que pueden transportar a los quistes (moscas, cucarachas).
     Una vez que los quistes ingresaron y llegaron al intestino delgado, ahí pierden su cubierta protectora y se transforman en la fase intestinal que se observó en las figuras 1 y 2.
     A. lumbricoides ingresó como huevo larvado (muy pequeño de casi 0.06 mm) seguramente estaba en la tierra o probablemente en agua o comida contaminada. Al llegar al intestino delgado se liberó una larva que viajó por hígado, corazón, pulmón, tráquea, subió a la laringe y faringe, fue deglutido y llegó nuevamente al intestino delgado, en el camino fue creciendo y ya en el intestino adquirió su tamaño definitivo, llegó a ser adulto y se reprodujo, liberando una gran cantidad de huevos que salían en las heces de Gael (figura 9).

PARA PREVENIR INQUILINOS INDESEABLES
Afortunadamente estos parásitos pueden combatirse con tratamiento, por lo que Noel, Ana y Gael estarán bien en unos cuantos días, ahora lo indispensable es tomar medidas preventivas para evitar infecciones posteriores, por ejemplo:

  • Evitar comer en la calle con alimentos de dudosa procedencia e higiene deficiente.
  • Lavarse muy bien las manos antes de comer, después de ir al baño y después de jugar con las mascotas.
  • Extremar medidas higiénicas como lavar y desinfectar los alimentos que se consuman crudos como frutas, verduras y legumbres; lavar con agua y jabón las manos antes de comer e ir al baño.
  • Hervir el agua ya que las temperaturas muy altas causan la muerte de quistes y huevos.
  • Evitar el consumo excesivo de carbohidratos, aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra para evitar que los parásitos se adhieran al intestino.
  • Incluir todos los grupos de alimentos: carbohidratos, fibras, lípidos y proteínas con moderación. 
  • Evitar el fecalismo al aire libre, es decir, evitar hacer del baño en la calle, para no contaminar más nuestro de por sí contaminado ambiente.
  • Desparasitación periódica supervisada por un médico.
  • Desparasitación periódica de mascotas como perros y gatos.
  • Evitar que los niños más pequeños o bebés gateen y jueguen en zonas con pisos de tierra.

Y así, ¡seguro estaremos libres de inquilinos!

En México hay zonas tropicales y subtropicales, zonas en las que estos parásitos son frecuentes principalmente en niños menores de 15 años de edad.
     En nuestro país, la frecuencia de G. intestinalis (7.4 - 68.5%) se encuentra en niños entre 0 y 12 años de edad, principalmente en las ciudades y en lugares donde hay hacinamiento como en las guarderías y en zonas donde hay higiene deficiente.
     La parasitosis por A. lumbricoides pocas veces es registrada, por tanto se desconoce su verdadera prevalencia, tan solo en datos de 1987 se menciona que de 20 a 80% de las personas tienen A. lumbricoides y es más frecuente en los niños.3 En un estudio se registró que 4.6% de niños entre 6 y 12 años fueron seropositivos a este parásito,4 es decir tenían anticuerpos contra el parásito lo cual indica que en algún momento tuvieron contacto con él, aunque no significa que necesariamente haya causado algún síntoma o la enfermedad. En los últimos años, varios investigadores han demostrado que estos parásitos son los más frecuentes en la población mexicana y varían de acuerdo con las condiciones, como podemos observar en el cuadro 1.

Conclusión   

A lo largo de este recorrido, observamos que estos parásitos tienen en común que se encuentran en el intestino delgado o grueso, por lo que influyen en poco o mayor medida en la absorción de nutrientes, ya sea por el daño físico que causan o porque simplemente compiten por el alimento contigo, por lo tanto si los tienes, te causarán desnutrición. Esta situación se agrava en niños y más cuando éstos no están bien alimentados o no tienen una alimentación balanceada.

Lizbeth Xicotencatl García por sus comentarios pertinentes.

Glosario   
  • Huésped: ser vivo que hospeda parásitos, resulta dañado en esta relación, el daño dependerá del número de parásitos que tenga.
  • Protozoario: organismo unicelular, puede ser parásito o de vida libre. Entre los parásitos, algunos causan enfermedades mortales como Trypanosoma cruzi, Plasmodium, Babesia, Leishmania entre otros.
Referencias   

Quihui, L., G. Morales, R. Méndez, J. Leyva, J. Esparza, M. Valencia (2010). “Could Giardia Intestinalissis be a risk factor for low zinc status in schoolchildren from northwestern 

 
Perla María del Carmen Acevedo Ramírez
Av. Insurgentes Sur 1582, Col. Crédito Constructor • Alcaldía. Benito Juárez C.P.: 03940, México, CDMX Tel: (55) 5322-7700
Comentarios, sugerencias y dudas sobre este sitio de internet y sus sistemas:
Centro de Contacto y Soporte Técnico  

DERECHOS RESERVADOS © 2019
Políticas de Privacidad