“Desde chiquita me inquietaba conocer a través de imágenes. En mis estudios me apasioné por el documental, esto me llevó a la investigación. En los posgrados tuve elementos para fundamentar los usos sociales de las imágenes y su posible trasgresión”, recuerda la doctora.
Los parteaguas en la fundación del LAIS fueron las reflexiones sobre la historia oral y una década después (en el año 2000) revisar “cómo trabajábamos con las imágenes y, de manera autocrítica, asumir que en los documentales el uso final de la imagen, en su mayoría, era ilustrativa”, expone Roca Ortiz.
El Laboratorio surgió como “un espacio colectivo de investigación con fines de construir conocimiento de manera interdisciplinaria alrededor de la investigación social con imágenes. Nos centramos en las preocupaciones teóricas y metodológicas del trabajo con imágenes y desarrollamos una serie de proyectos. A pesar de que todo empezó con el documental, tuvimos que trabajar primero con la imagen fija; así surgió el puente para regresar al documental que se llama Huellas de luz.1 Era necesario este vuelco para ver el documental de otra manera”, reflexiona la entrevistada.
El LAIS está conformado por cuatro miembros y tres colaboradores que realizan trabajo social. Ofrece talleres gratuitos, cursos dentro de la oferta académica del Instituto Mora; organiza espacios de análisis y reflexión. Actualmente desarrolla la catalogación de 1,000 documentales para conformar una plataforma de consulta en línea de las fichas de cada uno de estos materiales. Se espera que “sirva para impulsar la investigación, estudio y análisis del documental no sólo mexicano, sino latinoamericano”, explica la Doctora Lourdes.

“Vivimos en un mundo de hiperexposición visual y audiovisual, pero los investigadores sociales somos analfabetas en cuanto al uso de estos recursos; ahí está la paradoja”, nos comparte la Doctora Lourdes Roca, fundadora del Laboratorio Audiovisual de Investigación Social (LAIS).
La Doctora Roca ha puesto su pasión por el mundo audiovisual para crear recursos técnicos, metodológicos y teóricos que permitan a los estudiosos de las ciencias sociales tener herramientas para ser críticos frente a las imágenes y darles un valor epistémico, más allá del estético y el comercial. Así como abrir espacios de reflexión, análisis y trabajo para generar conocimiento.
El proceso de apropiación de las imágenes para la investigación social requiere que se cumplan dos aspectos: compromiso/responsabilidad sobre el análisis crítico y la incorporación de la metodología en la educación.
Los estudiosos de las ciencias sociales deben tener una actitud activa ante el material visual y audiovisual que se les presente, integrar la imagen no como medio sino como fuente para llegar a sus conclusiones; sin embargo, son necesarias herramientas a nivel técnico, teórico y metodológico. Ahí es en donde entra la labor del Laboratorio y de su última publicación: Tejedores de imágenes. Propuestas metodológicas de investigación y gestión del patrimonio fotográfico audiovisual.2 Este documento funciona como base para dar seriedad en el abordaje de las imágenes.
“Necesitamos conformar una sociedad crítica frente al mundo audiovisual; desde la investigación tenemos una responsabilidad en cuanto a la preservación de este patrimonio, además de asumir que son documentos por incorporar a las investigaciones con el mismo rigor que incorporaríamos cualquier otro”, dice la co-autora del libro mencionado.
“La formación de cuadros docentes es urgente, pero romper con la inercia de la sobresaturación de tiempo en los maestros de nuestro país representa el mayor de los retos. Ya hay esfuerzos, aunque mínimos, para lograr que se capacite a los profesores y cumplir con las exigencias de aquellos que se interesan en este campo, además de crear conciencia en la importancia de que se incluyan programas de formación en la educación básica basados en la crítica y reflexión de la imagen”, puntualiza la profesora del Instituto Mora.
“Hay procesos sociales de los que nada más dan cuenta las imágenes, porque no hay documentación escrita sobre ellos: el papel de la mujer en el ’68, qué hacían los niños en ciertas épocas o las clases sociales marginadas, por poner ejemplos. Estos sujetos no tenían voz y en el mundo de las imágenes encontramos que emergen ahí; eso genera preguntas que de otra manera no se harían”, argumenta la Maestra en Historia.
La fotografía puede ser un documento escurridizo por lo polisémico que es; “desde la investigación social se debe tener el conocimiento del marco contextual y de producción para después analizarlo a la luz de otra documentación”, expone Roca.
Para Lourdes el arte es una de sus pasiones, y la otra, comulgar con la naturaleza en actividad física. La foto que les dejamos es de una mujer que sonríe mientras camina por el bosque y quizá la acompañan algunos gatitos por sus historias.
- Licenciada en Comunicación, Maestra en Historia (línea Divulgación de la historia) y Doctora en Antropología.
- Docente del Instituto Mora. Imparte cursos de especialización en México, Colombia, Brasil, Chile y Argentina.
- Publicaciones: Documental Km. C-62 Un nómada del riel (2000). Libros: Tejedores de imágenes… (2014), Imágenes e investigación social (2005) e Investigación con imágenes. Usos y retos metodológicos (2012). En línea: Huellas de luz (2012).
- Fundadora del Laboratorio Audiovisual de Investigación Social (2002).
- Beneficiaria de Conacyt para la fundación del LAIS y el desarrollo del Sistema de Información para Archivos de Imágenes “El Pescador”.