Analizan marcadores relacionados con el desarrollo de aterosclerosis
En el Instituto Nacional de Cardiología, especialistas comenzaron un proyecto, desde hace seis años, cuyo fin es detectar aquellos marcadores genéticos asociados a la enfermedad arterial coronaria. En la primera etapa estudian genes que codifican las moléculas en aterosclerosis.
“Hemos estudiado muestras de 1,500 pacientes con la enfermedad y de 1,200 sanos, que utilizamos como individuos control; todos ellos han tenido un seguimiento, de tal forma que ya tenemos una base de datos muy importante con información clínica, demográfica, de alimentación, actividad y ejercicio, entre otros datos relevantes; esto nos ha servido para analizar cómo ha evolucionado esta patología y ver qué factores están incidiendo en su desarrollo”, explica el doctor Gilberto Vargas Alarcón, responsable de esta investigación.
“La aterosclerosis —enfermedad de las arterias en la que los revestimientos interiores de éstas se llenan de grasa y van formando una placa que las bloquea— incluye tres procesos: oxidativo, inflamatorio y trombótico. Por nuestra experiencia, estudiamos aquellos marcadores genéticos en genes que codifican moléculas involucradas en el proceso inflamatorio, corroboramos aquellos reportados por otros investigadores, pero también encontramos marcadores específicos de la población mexicana”, menciona.
“Lo que pretendemos es tener una base de marcadores genéticos que, junto con los factores ambientales, como la alimentación, el tabaquismo, el alcoholismo, la obesidad, etc., que pueden dar pie a padecer la enfermedad arterial coronaria; con esto queremos tener un valor de riesgo más definido, para encontrar un modo de prevenirla”, concluye.


Investigadores del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño, del estado de Jalisco, centran sus estudios en una proteína quimérica que prevé esta enfermedad y, para desarrollar una vacuna.
“Se le llama proteína quimérica porque está integrada por varias partes de las proteínas estructurales del virus que provoca la enfermedad. Lo que buscamos es inmunizarlo; para ello generamos una respuesta rápida en lechones, una vez que son destetados, para que tengan los anticuerpos suficientes, a fin de evitar que el virus se replique y llegue a las células blancas”, explica el doctor Abel Gutiérrez Ortega, líder de esta investigación.
Mediante técnicas de ingeniería genética, diseñaron dicha proteína con secuencias de las proteínas GP3, GP4, GP5 y M del virus; después, se produjo en la bacteria Escherichia coli. En estudios preliminares, la proteína quimérica fue reconocida por 36 sueros extraídos de cerdos de granjas mexicanas infectados con el virus, “inmunológicamente hablando, esto nos sugiere que la proteína puede proteger a los cerdos de la enfermedad. En otro estudio realizado en ratones pudimos comprobar que induce una excelente respuesta de anticuerpos”.
“Estamos por realizar los estudios clínicos para asegurar que no tenga efectos adversos importantes capaces de impedir su aplicación, a fin de prevenir contagios en granjas mexicanas”, concluye.


Ciencia en México
Pilar Martínez