- Tomás Pérez Vejo. “Conferencia Diplomado INTEGRA Módulo 1.5. 2015”.
- Encuesta Intercensal (INEGI). https://redintegra.org, redintegraorg, en Facebook, @redintegraorg? en Twitter y redintegramexico en Instagram

“El racismo es una forma de pensar y actuar que se ha convertido en un sistema útil para organizar poder y privilegio desde lo local hasta lo global.”1 “Esta forma de poder está basada en la convicción de que existen razas humanas biológicamente muy distintas entre sí”2 en sus cuerpos, mentes y comportamiento.
En tal sentido, se arguye que en el cuerpo de cada persona es posible apreciar claramente “el tipo específico de sangre que corre por sus venas”;
nos referimos a características biológicas o genéticas manifiestas en sus mentes y sus comportamientos; características biológicas que se traducen en su forma individual y colectiva de pensar, actuar y comportase, en su inteligencia y capacidades, calidad cultural e, incluso, moral […]”3 (cuadro 1).
Xenofobia es un concepto que proviene de la Grecia antigua y está compuesto por dos vocablos: xenos: “el no griego” —el que no forma parte de la comunidad cultural griega, el que no habla griego, el bárbaro—; y phobia: “odio”. Así, xenofobia significa odio por el extranjero, el extraño que no comparte nuestros valores culturales; no hablamos aquí sólo de odios por diferencias raciales, sino de sentimientos de rechazo por quien no comparte nuestros valores, forma de vida y manera de entender el mundo; por aquel que, al estar en un estadio distinto, no puede ser integrado al nosotros.4


Después de la declaratoria del EZLN, un pequeño grupo de académicos empezó a desentrañar las modalidades específicas del racismo mexicano y encontraron que el manto aparentemente unificador y antirracista de “la ideología del mestizaje” no había operado como tal, porque, al declarar al mestizo el único representante de la mexicanidad, había procedido a negar a muchos de los otros componentes de esta identidad:
- El afrodescendiente. Tras la abolición de la esclavitud, en 1813, la muy significativa población afro que se había establecido en México (la 2ª o 3ª franja poblacional de la época, en cuanto a número) fue lanzada al vacío del mercado de trabajo y despojada de la menor protección; simplemente, no fue considerada en el proyecto mestizante, con lo cual, el Estado y la sociedad la invisibilizaron totalmente, transmitiendo al país y al mundo la idea de que en México no hay ciudadanos de piel negra y origen africano. No fue sino hasta 2015 cuando la Encuesta Intercensal–INEGI reveló que hay 1’400,000 mexicanos quienes se autodescriben como negros, afrodescendientes o afromexicanos y viven en muy diferentes lugares de todo el país.
- El indígena diverso. La pluralidad interna de la población indígena tampoco fue reconocida o respetada, ni desde el punto de vista de la historia particular de cada pueblo, ni de su cultura, sistemas jurídicos consuetudinarios, conocimientos sobre la naturaleza, costumbres de protección medioambiental, etc. Hacia estos pueblos, el mensaje del Estado ha sido: “si quieren ser mexicanos en pleno derecho, ´mestícense´”; es sólo a través de la asimilación como van a poder progresar, salir de su “atraso histórico” casi visto como intrínseco y, en tal sentido, inmutable, por lo cual era indispensable que éstos se occidentalizaran, se blanquearan.
- El extranjero. La amalgama mestizante tampoco se abrió ante la posibilidad de que otros grupos humanos llegados de allende nuestras fronteras pudieran ser incorporados a la nación, porque se les ha visto como inasimilables a esta particular identidad de sólo dos vetas mezcladas. En 1930, únicamente 0.89% de la población mexicana estaba compuesta por extranjeros; en 2010, ese porcentaje aumentó a 1%. México es de los países del mundo más refractarios a abrir sus fronteras a la inmigración y el refugio.
- El mestizo diverso. Esta ideología detrás del modelo mencionado no ha reconocido la diversidad implícita en las distintas historias y culturas regionales, estatales, urbanas o rurales existentes dentro de la llamada “población mestiza” —75% a 85% de los mexicanos— a la que sólo se ha querido ver como un agrupamiento monolítico y unificado.
Es justamente en el monolitismo de nuestra ideología mestizante y las prácticas institucionales y sociales de ella derivadas donde se alojan nuestro racismo y nuestra xenofobia.
CUADRO 1. Logros de la creación de la red |
? La Encuesta Intercensal de 2015, cuyas preguntas fueron consensuadas entre académicos —muchos de ellos, integrantes de las comunidades en cuestión—, en las que participaron organizaciones de la sociedad civil afrodescendiente de la Costa Chica de Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Coahuila, así como el INEGI.
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Hoy en día, estos nichos han dado lugar a nuestros ocho grupos temáti-
cos: Afrodescendientes; Bioantropología; Educación e interculturalidad, Género, etnicidad y justicia; Historia, colonialidad, nación e identidades; Pueblos indígenas;Xenofobia y violencia; Derechos humanos y cultura de paz.
Integrar, en matemáticas, significa sumar infinitos e infinitesimales elementos, por lo que nos hemos propuesto integrar la gran cantidad de esfuerzos individuales y colectivos que combaten el racismo y la xenofobia en México. Nuestra red es un vital, siempre activo y creativo espacio interdisciplinario, transdisciplinario e intersectorial, cuyo trabajo puede apreciarse a través de nuestro portal interactivo (www.redintegra.org).
Debido a que nuestros temas se basan en problemas complejos, los abordamos desde diversas disciplinas en constante diálogo interdisciplinario (figura 1).
Hoy contamos con 122 integrantes, entre los cuales, 30% son estudiantes de posgrado y 10% trabajan en alguna OSC (un porcentaje que pretendemos acrecentar); 60% somos mujeres (figura 2).

INTEGRA se ha abierto paso en la discusión del tema, en un contexto que hace 20 años era de escuálido interés en la academia, en el gobierno y la sociedad. El grupo ha trabajado junto a otras instancias civiles y académicas e, incluso, con algunas gubernamentales como el Conapred, el Copred y la CNDH, para convencer a muchos sectores sobre la apremiante necesidad de unir esfuerzos antirracistas y antixenófobos, dadas las circunstancias actuales nacionales y globales.
Es investigadora Titular del CEIICH – UNAM y responsable técnica de INTEGRA.
Es licenciada en Historia y gestora de Integra.
Es maestra en Estudios Latinoamericanos y miembro del equipo coordinador de la Red Integra.