Antes, sin embargo, conviene conocer la cadena de supervivencia, conjunto de pautas que permiten salvar la vida de una víctima con problemas cardíacos (figura 1, cuadro 1).

Hoy en día, sedentarismo, estrés, mala alimentación, herencia genética, edad avanzada y uso de drogas, dan lugar a enfermedades como hipertensión arterial, diabetes e incluso, pueden llevar a la muerte por paro cardiaco.
Para prevenir esta situación, lo mejor es llevar un estilo de vida saludable; pero ¿qué pasa si vemos a alguien sufrir un paro cardiaco?, ¿hay algo que podamos hacer? La respuesta es sí. Existe algo llamado cardioprotección o cadena de supervivencia: conjunto de acciones orientadas a posibilitar que el corazón siga bombeando sangre para prevenir daño en él y en otros órganos vitales.
Las dos acciones más importantes y en las que cualquier persona de buena voluntad y con un poco de orientación puede ayudar son: la reanimación cardiopulmonar (RCP) y la desfibrilación temprana, realizada con un desfibrilador externo automatizado (DEA).
La primera vez que se realizó un masaje cardiaco en tórax cerrado fue en 1904, pero la respiración boca a boca ya se practicaba desde 1740. En 1963 la American Heart Association (AHA) realizó programas para capacitar tanto a médicos como a enfermeras en este tipo de respiración, y en 1972 Leonard Cobb instruyó —en Seat-tle, Washington— a más de 100,000 personas no relacionadas con esta práctica de salud. El primer DEA pesó más de 70 k, pero actualmente consta de una caja que pesa cerca de 1 k, la cual cuenta con un equipo para dar una descarga.
El primer desfibrilador público verdaderamente automático fue colocado el 6 de marzo de 19761 en un tren que transitaba de Gante a Ámsterdam, y al ver sus resultados, comenzaron a imitar su uso. Con el paso del tiempo diversos programas de cardioprotección han sido establecidos para evitar muertes por paro cardiaco. Desde luego, para intervenir es necesario saber cómo actuar en una situación de paro, así que conozcamos más acerca de la cardioprotección y salvamento de vidas.

FIGURA 2. Colocación de manos para la aplicación de compresiones.
Conviene apuntar que hay sitios con alta incidencia de paros cardíacos: aquellos en los que se concentran conglomerados de personas, como aeropuertos, estadios, etc., donde es recomendable disponer de varios DEA para estar en posibilidades de brindar la ayuda en un lapso de tres a cinco minutos. Sin embargo, el solo hecho de contar con un DEA no garantiza el éxito; se requiere supervisión, mantenimiento y capacitación.
FIGURA 3. Equipo para descarga.
Tal vez usted piensa: “yo ni siquiera he visto un DEA…” Desafortunadamente, aún falta mucho por hacer, pero ahora ya se ha enterado de su existencia, y sabe que una sociedad organizada consigue resultados increíbles…, ¿por qué no organizar más programas de cardioprotección? Suecia es un ejemplo, ya que utiliza drones, los cuales tienen la capacidad de volar un diámetro de 10 km cargando un DEA menor de 1 k y llegan en menos de cinco minutos. FIGURA 4. Colocación de parches.
Aunque aún no tenemos registro en México sobre el uso de DEA mediante drones, ya se cuenta con un avance en cinco estados, incluyendo la Ciudad de México, para uso exclusivo durante desastres.
A simple vista podría parecer un proyecto bastante caro, ¿cierto?, pero ¿qué costo tiene la vida de un familiar? Varios estudios afirman que colocar algunos DEA en puntos estratégicos, capacitar a la gente para usarlos y dar RCP de alta calidad reduce los costos, pues la cardioprotección temprana reduce complicaciones y muertes.
¡Así que ya lo sabe!, si quiere hacer una buena obra, organícese con vecinos, familiares o amigos, regale un DEA a una persona o institución que lo requiera, enseñe cómo usarlo y siga disfrutando de la vida.
Son estudiantes de 8° semestre de la Licenciatura Médico cirujano, en la Universidad de Guanajuato.
El doctor Manuel José Rivera Chávez es profesor en el departamento de Medicina y Nutrición, de la División de Ciencias de la Salud, en la Universidad de Guanajuato.
Es médico, especialista en cardiología y medicina interna, además de maestro en teoría cardiovascular y está adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos Coronarios del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío. Es, además, coordinador del Módulo de Medicina Interna, fase 2 de la Licenciatura Médico cirujano, en la Universidad de Guanajuato, México.
email: drurzuagonzalez@gmail.com