La disminución en el consumo de alimentos ricos en grasa, en combinación con la práctica de ejercicio, ha demostrado ser útil para evitar la obesidad y mejorar la salud de las personas. Sin embargo, sólo un tercio de las personas con obesidad llevan a cabo estos cambios en su estilo de vida; y, de ellos, casi 90% vuelve a su peso original después de dos o cinco años de haber concluido su dieta.4
Otra opción para perder peso es el método quirúrgico conocido como banda gástrica, que resulta muy caro y puede ser riesgoso en algunos casos, pues sólo 1% de los pacientes con obesidad presenta las características necesarias para recibir este tratamiento quirúrgico.4 Finalmente, los tratamientos con medicamentos para perder peso incluyen inductores de la sensación de saciedad, los que alteran el apetito y algunos que disminuyen la absorción de grasa, entre otros.
Algunos de estos medicamentos se han obtenido de la naturaleza. Por ejemplo, la tetrahidrolipstatina (nombre comercial orlistat™), que se obtuvo de una bacteria llamada Streptomyces toxytricini. Este medicamento disminuye la absorción de grasa en el intestino y ha estado a la venta desde hace casi una década; sin embargo, muchos medicamentos para perder peso han sido retirados del mercado debido a sus efectos adversos para la salud, pues algunos afectan, ya sea corazón, hígado o riñones. Por esto es necesario buscar nuevos medicamentos que pudieran ayudar a bajar de peso a personas que presentan obesidad, sin afectar su salud.

Sólo un tercio de las personas con obesidad llevan a cabo cambios en su estilo de vida; de ellos, casi 90%, vuelve a su peso original después de dos a cinco años de haber concluido su dieta.