
Si la cosmogonía maya fuera cierta y los cenotes fungieran como una entrada al Xibalbá, entonces el mismo inframundo estaría exactamente debajo de toda la península de Yucatán… Pero, este lugar es todo lo contrario.
La península de Yucatán siempre se ha caracterizado por su inigualable belleza, desde sus playas azul turquesa, exuberantes selvas, enormes extensiones de bosques de manglar y sus miles de enigmáticos cenotes que nos atraen para entrar, no al Xibalbá, sino a otra dimensión o a otro mundo, el cual sólo se encuentra en la península de Yucatán.
Agradecimientos:
Agradecimientos al Laboratorio de Ecología de la Unidad Académica de Sisal. Yucatán
México entre la tierra y el mar
Isaí Domínguez Guerrero